Un polic¨ªa dice que Riina se reuni¨® con un alto cargo d¨ªas antes de su detenci¨®n
Un carabinero ha puesto en vilo a toda Italia al asegurar que, pocos d¨ªas antes de su detenci¨®n, Riina se hab¨ªa encontrado con, una personalidad de importancia nacional y que hab¨ªa sido fotografiado por los investigadores que le siguieron durante ese encuentro. Antonietta Bagarella, 48 a?os, esposa del jefe supremo. de la Mafia, Salvatore Tot¨® Riina, y madre de cuatro hijos de ¨¦ste, con edades comprendidas entre los 21 y los 13 a?os, fue localizada por la polic¨ªa italiana en su pueblo natal de Corleone el pasado s¨¢bado, un d¨ªa despu¨¦s de la detenci¨®n de su marido en Palermo.
Ninetta, maestra titulada que viv¨ªa en la clandestinidad desde comienzos de los a?os setenta, asegur¨® secamente a los polic¨ªas: "Mi marido no es el monstruo que hab¨¦is pintado", y a?adi¨®: "Le han vendido".La mujer fue hallada en casa de sus dos hermanas solteras, donde la fuerza p¨²blica acudi¨® a buscar, sin encontrarlo, a Leoluca Bagarella, otro hermano, de 49 a?os, que es considerado como uno de los sucesores potenciales de Riina al frente de la Cosa Nostra, junto al catan¨¦s Nitto Santapaola o al corleon¨¦s Bernardo Provenzano, suponiendo que siga vivo. Los expertos vaticinan que se sabr¨¢ si hay sucesi¨®n, porque correr¨¢ inevitablemente la sangre.
Ninetta reapareci¨® as¨ª, sin ruido, charlando en la cocina de la casa con Maria Concetta, su anciana suegra. Parece natural que volviera a hacerse visible en cuanto se rompi¨® el encantamiento que ha permitido que su marido haya vivido durante 23 a?os en la clandestintidad sin moverse probablemente de Palermo.
"Le han vendido" es, en efecto, como dijo Ninetta, la ¨²nica explicaci¨®n l¨®gica de ruptura del conjuro, aunque rito aclare nada sobre la naturaleza de ¨¦ste ni sobre las traiciones y p¨¦rdidas de protecci¨®n concretas que han precipitado la ca¨ªda del jefe de todos los jefes.
Frente a grandes deslealtades conocidas, como la de su ex ch¨®fer Gaspare Mutolo, que colabora con la Justicia desde hace meses, y frente a la magnitud de los enfrentamientos que la dictadura de Riina habr¨ªa desatado en la c¨²pula mafiosa, e incluso entre sus propios familiares, las noticias sobre el soplo que condujo a la detenci¨®n del supercapo apuntan a un desconocido Baldasarre DiMaggio, detenido en Tur¨ªn. el pasado 8 de enero. O a otro m¨¢s desconocido a¨²n Salvatore Romano, un joven traficante de Toscana, que habr¨ªa puesto a la polic¨ªa sobre la pista, no de Riina, sino de Salvatore Biondi, el hombre que le acompa?aba cuando fue detenido.
Silencio del detenido
Tambi¨¦n era sabido que la Cosa Nostra de Riina hab¨ªa dado muestras sangrientas de que sus relaciones con el mundo pol¨ªtico pasaban por momentos de dificultad y una de las primeras, notificaciones que el detenido ha recibido en la c¨¢rcel es la de citaci¨®n en el sumario por el asesinato de Salvo Lima, el que fuera hombre de confianza en Palermo del exprimer ministro italiano Giulio Andreotti.Dif¨ªcilmente llegar¨¢ a aclarar tanto misterio el propio detenido, que se parapeta en su diabetes, su mal de coraz¨®n y su apariencia insignificante, haciendo honor al apelativo de u curtu que le pusieron los amigos sicilianos, porque es de baja estatura.
Parece que Riina firm¨® con muy poca destreza los papeles que se le presentaron en comisar¨ªa, y que sigue hablando un siciliano cerrado, a diferencia `de su mujer y de sus hijos, que es posible que hayan vivido fuera de Sicilia bajo, identidades falsas, porque con las suyas est¨¢n indocumentados.,
Pero hay constancia registral de que nacieron en Palermo, la capital de Sicilia, todos en la misma cl¨ªnica c¨¦ntrica, donde la se?ora Riina fue atendida siempre por el mismo ginec¨®logo, sin merma del anonimato propio de la esposa clandestina que era ya en aquellos a?os.
Hay tambi¨¦n pruebas de que a pesar de su dif¨ªcil situaci¨®n Salvatore Tot¨® Riina y Ninetta lograron contraer matrimonio cat¨®lico ante 30 invitados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.