Sentencias contradictoria sobre el contagio de sida por transfusi¨®n

Dos instancias judiciales se han pronunciado de manera opuesta. sobre el mismo problema: la responsabilidad de un centro m¨¦dico en la transfusi¨®n de sangre infectada con sida a pacientes antes de que existier-a la ley que obliga a realizar las pruebas de detecci¨®n del virus en las transfusiones de sangre. La normativa entr¨® en vigor en Catalu?a en 1986 y poco despu¨¦s en el resto de Espa?a.

El Tribunal Superior de Catalu?a ha reconocido la responsabilidad del Estado- y ha ratificado la sentencia del Juzgado de lo Social n¨²mero 16 de Barcelona -la primera que se produjo en Espa?a por contagio de sida mediante transfusi¨®n-, que conden¨® al Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS) a pagar 25 millones de pesetas a la familia de Manuel Hern¨¢ndez Pagador. ?ste contrajo el sida a causa de una transfusi¨®n de plasma recibida en 1984 en el hospital de Sant Pau de Barcelona y falleci¨® en 1989, a los 55 a?os. Tanto en la primera sentencia como en la dictada ahora por el Tribunal Superior se reconoce "la evidente culpa o negligencia de los servicios m¨¦dicos del hospital" pues en aquel momento ya exist¨ªa tecnolog¨ªa para descubrir la presencia del virus en la sangre. En su recurso ante el Tribunal Superior, el ICS aleg¨® que cuando se produjo la transfusi¨®n no se hab¨ªan autorizado en Espa?a los reactivos para controlar la sangre.

Los responsables sanitarios del ICS se mostraron muy preocupados, al conocer la sentencia del Juzgado de lo Social, por entender que si fuera ratificada por el Tribunal Superior de Justicia, podr¨ªa significar el precedente que obligara a indemnizar a todos los enfermos contagiados por transfusi¨®n o por hemoderivados, entre los que se encuentran cientos de hemof¨ªlicos.

Criterio contrario

Sin embargo, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 8 de Barcelona ha sobrese¨ªdo una demanda presentada por Mar¨ªa M. O., infectada con el sida despu¨¦s de recibir una transfusi¨®n de sangre durante un parto, el 10 de agosto de 1985. En ese caso, la afectada opt¨® por la v¨ªa criminal y se querell¨® contra el centro m¨¦dico Sant Jordi y el hospital de la Cruz Roja por ser de ¨¦ste el banco de sangre de donde proven¨ªa el plasma infectado.El juez considera que en aquella ¨¦poca ya se conoc¨ªan los riesgos de contagio, pero entiende que no exist¨ªan criterios y reactivos fiables. A?ade que la obligatoriedad de las pruebas de detecci¨®n no exist¨ªa en el caso concreto de Catalu?a cuando la mujer recibi¨® la transfusi¨®n. El magistrado entiende que s¨ª se produjo un resultado lesivo para la demandante, pero no considera que por ello se pueda exigir responsabilidad alguna.