Crujir los huesos

Menese dedic¨® su cante por siguiriyas a Curro Mairena, "que acaba de morir", dijo, "y casi nadie se ha enterado; y por ese palo hac¨ªa crujir los huesos". Le hizo el ¨²nico homenaje posible: un cante por siguiriyas grandioso y abrasante, tr¨¢gico y sobrecogedor; como lo fue su cante a palo seco, el hist¨®rico Romance de Juan Garc¨ªa. Menese, ah¨ª, desgarra su ser para entregarnos un grito ag¨®nico y definitivo.Fue una noche generosa. Tres horas y media de cante denso, intenso y casi todo de muy alto valor. Con triunfos memorables como el de Carmen Linares, que ya casi ni es noticia porque siempre ocurre igual: es dif¨ªcil no repetir lo dicho en ocasiones anteriores sobre esta mujer en plenitud, que canta como muy pocas mujeres -quiz¨¢ s¨®lo una, la Ni?a de los Peines- han cantado en este arte. Sus martinetes y siguiriyas fueron esplendorosos.

Triunfo memorable tambi¨¦n el de Rancapino, de cuyo taranto del a?o pasado a¨²n se habla. Quiz¨¢ el de este a?o no lleg¨® a la maravilla que fue aqu¨¦l, pero tuvo tambi¨¦n una belleza excepcional. Como sus alegr¨ªas, su malague?a, sus buler¨ªas con el conmovedor recuerdo a Manolito de Mar¨ªa. Rancapino es un cantaor con voz afill¨¢, ronca, ¨¢rida, pero de una flamencura absoluta, que sabe pellizcar el cante aunque sea un susurro. ?Es eso la jondura? Cu¨¢nto misterio.

Primera comparecencia

Triunf¨® tambi¨¦n, clamorosamente, El Polaco en su primera comparecencia en Madrid. Su voz alta y clara, con mucho poder, arrebat¨® al p¨²blico desde su primer cante por grana¨ªnas, y aunque hizo las alegr¨ªas excesivamente ligeras, por levante brill¨® de manera deslumbradora. Triunfo merecido porque es uno de los j¨®venes valores con m¨¦ritos para una consideraci¨®n art¨ªstica mayor de la que actualmente se le concede. Lo mismo le ocurre a Joselete, que hizo la taranta de su pueblo y unos cantes por siguiriyas solemnes, con grandeza, sentidos.Pansequito, en maestro; con ese cante suyo de largas series muy ligadas de coplas que le dan un sello personal indudable. En cuanto a Juan G¨®mez, el representante almeriense, puso m¨¢s voluntad que acierto. Y cinco buenos, excelentes, guitarristas para acompa?ar a tan magn¨ªficos cantaores. Una noche redonda.