Alc¨¢sser clama justicia tras el hallazgo de las tres ni?as, asesinadas
"?No, no, no!" era la ¨²nica palabra que acertaba decir la madre de Mirian. "?D¨®nde est¨¢n? ?Por qu¨¦?", repet¨ªan sus parientes. ""Que los maten", rugi¨® enfebrecida la multitud. Alc¨¢sser, una poblaci¨®n valenciana de unos 7.500 habitantes, vivi¨® ayer una de las noches m¨¢s negras de su historia. A ¨²ltima hora de la tarde fueron encontrados cerca de Tous los cad¨¢veres de Desir¨¦e Hern¨¢ndez, de 14 a?os; Midan Garc¨ªa, tambi¨¦n de 14 y Antonia G¨®mez, de 15. Hab¨ªan desaparecido de sus casas el 13 de noviembre. Fueron halladas enterradas, una encima de otra, con indicios de haber sido asesinadas poco despu¨¦s de su desaparici¨®n.
Un apicultor fue quien dio la voz de alarma. A ¨²ltima hora de la ma?ana, y en un lugar de dif¨ªcil acceso a unos 50 kil¨®metros de Valencia y 12 de Tous, observ¨® una mano y un trozo de brazo descarnados que asomaban por encima de la tierra. Avisada la Guardia Civil, horas despu¨¦s eran desenterradas Mirian, To?i y Desir¨¦e. El estado de descomposici¨®n de sus cuerpos hac¨ªa dif¨ªcil su identificaci¨®n, pero las ropas y el tipo de pelo apuntaban que se trataba de las tres ni?as.A 60 kil¨®metros del macabro hallazgo, en Alc¨¢sser, familiares, amigos y vecinos de las adolescentes se movilizaban. Los padres se dirigieron al Ayuntamiento. Centenares de personas indignadas se agolpaban en la plaza a la espera de la fat¨ªdica confirmaci¨®n. Las campanas de la iglesia tocaron a muerto y su sonido se fundi¨® con los sollozos de un pueblo que ya intu¨ªa que los cad¨¢veres encontrados ten¨ªan caras y nombres queridos. "?Que cuelguen a los asesinos!", grit¨® Ernesto, jubilado de 71 a?os. "Como los pillemos, los matamos, los descuartizamos", estall¨® Jos¨¦, estudiante de 17 a?os que conoc¨ªa a las ni?as.
En una esquina del Ayuntamiento, a la luz de un farol, lloraba Melina, de 17 a?os, amiga de las desaparecidas: "Estoy hecha mierda. Son todos unos cabrones. El recuerdo...". Sus palabras quedaron selladas por su propio llanto. P¨¢ginas 15 a 17
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