Balcones con cresp¨®n negro

El silencio y los balcones con cresp¨®n negro presidieron ayer las calles de Alc¨¢sser. El Ayuntamiento pidi¨® tranquilidad a los vecinos. El cura p¨¢rroco tambi¨¦n. Estaban nerviosos. Aunque el duelo hab¨ªa enmudecido las calles, la noticia de la detenci¨®n de los presuntos asesinos de To?i, Mirian y Desir¨¦e removi¨® los rescoldos del odio."Acabar¨¦ con ellos, est¨¦n donde est¨¦n", dec¨ªa el joven Ignacio. Su feroz declaraci¨®n era asumida por otros vecinos, quienes ve¨ªan "imposible" que los detenidos "tengan padres".

Para otros, con todo, la captura de los supuestos culpables era motivo de alegr¨ªa. "Tranquiliza ver que se ha actuado r¨¢pido. Ahora falta saber c¨®mo acabar¨¢ el juicio y si no los sueltan en menos de dos a?os", indic¨® Daniel, un tendero que hab¨ªa cerrado sus puertas. Detr¨¢s de las distintas opiniones se percib¨ªa un denominador com¨²n: el agotamiento. "Tenemos tanto metido en la cabeza que ya no sabemos ni explicarlo", dec¨ªa Ana, una ama de casa de 39 a?os.

"Un ¨¢rbol seco"

"Un ¨¢rbol seco". Con estas palabras describ¨ªa ayer Encarna, una peluquera de 34 a?os casada y con hijos, el estado de ¨¢nimo del pueblo. "Es como si los colores hubiesen desaparecido. Todo se ve en blanco y negro", a?adi¨®. Una imagen que suscrib¨ªa desde la puerta de su casa, Amparo, de 47 a?os: "Estamos todos enfermos, apenas comemos. La angustia est¨¢ acabando con nuestras fuerzas". Amparo contaba que ha vivido estos d¨ªas pegada a los medios de comunicaci¨®n. Como ella, cientos de vecinos han recibido a trav¨¦s de este conducto el impacto de unos hechos que les tocaban muy de cerca. "Alc¨¢sser es una localidad muy peque?a y tranquila donde no s¨®lo todos se conocen sino que jam¨¢s suele ocurrir nada tan grave", se?al¨® Jos¨¦, un comerciante de 32 a?os.

Miedo y agotamiento. Es una huella que se percib¨ªa ayer en el pueblo. La plaza del Ayuntamiento era el ¨²nico lugar donde se pod¨ªan ver grupos de personas. Por la ma?ana, unos 500 estudiantes de la comarca mostraron su solidaridad con los padres de las fallecidas y expresaron su repulsa por el asesinato. Por la tarde, estos mismos alumnos protagonizaron una sentada silenciosa. S¨®lo hablaban de la captura de los asesinos.

"Unos pobres hombres que merecen compasi¨®n", seg¨²n el cura de la parroquia, Juan Bautista Antol¨ªn. En su iglesia, la de San Mart¨ªn Obispo, se celebrar¨¢n hoy las exequias. Al cura se le notaba ayer nervioso. Sab¨ªa que toda la poblaci¨®n participar¨¢ en el entierro. "El ojo por ojo y el diente por diente no es la soluci¨®n", dec¨ªa.