La luz y el agua tambi¨¦n son armas en Sarajevo
FRANCESC RELEA ENVIADO ESPECIAL Sarajevo sigue a oscuras desde hace meses y la mayor¨ªa de las casas no tiene agua corriente. Uno a uno, los ¨¢rboles desaparecen de la ciudad porque no hay otra manera de combatir el fr¨ªo. Lo que hasta hace pocos meses eran hermosas arboledas en el centro de la ciudad son hoy p¨¢ramos, de aspecto menos sobrecogedor porque ahora est¨¢n decorados por la nieve. La imagen de ciudadanos deambulando con sus bidones en busca de alguna ca?er¨ªa de la que mane agua es tan habitual como las colas para. comprar pan, las explosiones de granadas y los disparos de francotiradores. As¨ª resisten los habitantes de Sarajevo el asedio que dura m¨¢s de nueve meses.
Los responsables de la guerra medieval de Bosnia deben pensar que, bajo el fuego permanente, sin agua y sin luz, la moral no puede resistir indefinidamente. Se trata, pues, de utilizar no s¨®lo aquellas armas que escupen p¨®lvora y metralla, sino tambi¨¦n las que pueden aumentar la desesperaci¨®n de la poblaci¨®n.
Sarajevo no tiene agua ni luz porque as¨ª lo quieren los que ¨²nicamente dialogan a trav¨¦s de las armas. En dos o tres semanas el 90% de los suministros de la ciudad podr¨ªan estar reparados si los equipos t¨¦cnicos no fueran atacados sistem¨¢ticamente en sus misiones, aseguran los ingenieros de la fuerza de la ONU (Unprofor). "Ning¨²n bando est¨¢ dispuesto a dejarnos trabajar. No hay un s¨®lo d¨ªa en que nuestros equipos de reparaci¨®n no sean atacados. Ayer, dos trabajadores locales y un soldado egipcio de la escolta fueron heridos cuando reparaban una conducci¨®n de agua. Las dos partes son igualmente culpables",, dice el comandante de Unprofor Ingersley.
Un ejemplo de las dificultades que los equipos de reparaci¨®n encuentran a diario es la misi¨®n destinada hace pocos d¨ªas a reparar algunas de las roturas de la conducci¨®n de agua Rejevo-Vogosca, en el ¨¢rea de Golo Brdo. A trav¨¦s de los oficiales de enlace, ambos bandos dieron totales garant¨ªas para que la misi¨®n pudiera llevarse a cabo. Adem¨¢s, el comandante de la operaci¨®n mantuvo, durante los dos d¨ªas anteriores, reuniones con los jefes militares locales para asegurar que hab¨ªan comprendido el contenido de la misi¨®n.
Acusaciones mutuas
Los trabajos se iniciaron como estaba previsto. Oficiales y soldados serbios y bosnios aseguraron que la zona estaba totalmente limpia de minas. El ¨¢rea donde se lleva a cabo la reparaci¨®n de la conducci¨®n se halla entre los dos bandos, en tierra de nadie. Hay una pista en mal estado que desciende de una colina desde las posiciones del Ej¨¦rcito bosnio a las de las fuerzas serbias, separadas por no m¨¢s de 200 metros. A lo largo del d¨ªa se sucedieron los disparos de armas autom¨¢ticas en toda la zona. Los dos bandos se acusaban mutuamente de los ataques.
Al finalizar su trabajo, el cami¨®n que transportaba a los trabajadores locales en direcci¨®n a las posiciones serbias activ¨® dos minas antipersonal colocadas en la pista, a unos 20 metros de una posici¨®n serbia. El veh¨ªculo qued¨® seriamente da?ado, pero no hubo v¨ªctimas. Los problemas aumentaron cuando dos veh¨ªculos de Unprofor acudieron al lugar para evacuar a los heridos. El convoy debi¨® sortear numerosas minas y barricadas mientras los tiroteos aumentaban en la zona. Un jefe militar serbio amenaz¨® personalmente con su arma al comandante de la misi¨®n.
Por la ma?ana la pista hab¨ªa sido limpiada de minas por dos blindados de la ONU y dos camiones locales. Los serbios aseguraban no tener la menor idea sobre las minas, que se hallaban enfrente de sus posiciones, colocadas con el evidente prop¨®sito de impedir una infiltraci¨®n de las fuerzas bosnias. El comandante serbio se neg¨® a facilitar un experto en explosivos para colaborar con el personal de Unprofor.
"Cada vez que intentamos reparar las conducciones de agua y luz somos atacados", dice el comandante Ingersley, para quien ambos bandos son responsables por igual" de que la mayor parte de Sarajevo siga sin agua ni electricidad. En otros puntos de Bosnia-Herzegovina, los ingenieros de Unprofor est¨¢n teniendo problemas similares.
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