Mujeres, hombres

Ante la proliferaci¨®n de los rid¨ªculos anuncios televisivos, que constantemente ofrecen de nosotras una imagen condicionada totalmente por factores externos capaces de planificar nuestra vida diaria sin que nosotras intervengamos para nada en ella, queremos manifestar nuestra indignaci¨®n y desacuerdo absolutos.?Creen ustedes que nos ponemos hist¨¦ricas si nos sale la ropa con manchas de la lavadora, que llamamos por tel¨¦fono a nuestra madre o a nuestra hija (seg¨²n el caso) cuando compramos prensa del coraz¨®n y que abandonamos el hogar cuando hay grandes rebajas?

Pensamos que esto es mentira.

?No ser¨¢ al rev¨¦s? Que son los hombres los que no s¨®lo hist¨¦ricos, sino esquizofr¨¦nicos se ponen si de la lavadora sale la ropa con manchas; los que con el pretexto de comprar la revista del coraz¨®n a sus mujeres, madres, etc¨¦tera, leen a escondidas, morbosamente, su contenido; los que est¨¢n esperando, ego¨ªstamente, que llegue el mes de enero para comprar todo tipo de art¨ªculos que cubran sus necesidades personales.

Y esto es una venganza.

Una postura m¨¢s pacificadora nos lleva a invitarles a una reflexi¨®n:

Establezcamos las diferencias personales en base a m¨²ltiples factores (educaci¨®n, ambiente, valores, actitudes) y no exclusivamente al factor sexual, donde hombre y mujer tienen funciones y papeles establecidos tradicional y separadamente.

Colaboremos todos en crear espacios comunes para la pol¨ªtica, el trabajo, la educaci¨®n, el ocio y los afectos.-