B¨¦lgica debate su conversi¨®n en Estado federal
El Parlamento belga empez¨® a discutir el jueves la reforma de 33 art¨ªculos de la Constituci¨®n que significa el paso del actual sistema semiunitario o semifederal a un Estado plenamente federal. El Gobierno de coalici¨®n del socialcristiano flamenco Jean-Luc Dehaene se sostiene gracias a una mayor¨ªa de 120 esca?os sobre un total de 212 en la C¨¢mara de los Diputados, pero para sacar adelante la reforma necesita dos tercios de los votos, es decir 144.Dehaene cuenta con el consenso de siete grupos pol¨ªticos, pero la movilidad del sistema de partidos belga le ha obligado a realizar aut¨¦nticas filigranas para intentar preservar la mayor¨ªa necesaria para la reforma.
Simult¨¢neamente, una iniciativa de intelectuales franc¨®fonos complicaba las cosas con la recogida de firmas para la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum, que ha sido descalificado por aventurerismo desde las filas gubernamentales. La oposici¨®n m¨¢s virulenta contra los acuerdos corre a cargo del Vlams Blok, el partido de extrema derecha flamenco, xen¨®fobo y separatista, que cuenta con 12 diputados.
El primer art¨ªculo de la Constituci¨®n incluir¨¢ el reconocimiento del car¨¢cter federal del Estado. Las regiones reciben mayores competencias en comercio exterior, agricultura y pol¨ªtica cient¨ªfica. Se reforma tambi¨¦n el sistema parlamentario, sustrayendo poderes al Senado. S¨®lo la deuda p¨²blica y la Seguridad Social no quedan regionalizadas a partir de esta reforma y subsisten como nexo de uni¨®n de todos los ciudadanos belgas, adem¨¢s, naturalmente, del monarca, reconocido constitucionalmente como "Rey de los belgas" y no "de B¨¦lgica".
La reforma de la Constituci¨®n es "el ¨²ltimo basti¨®n frente al separatismo", seg¨²n una parte de sus abogados, principalmente en las filas del socialismo, pero para otros es "un paso m¨¢s hacia la desaparici¨®n de B¨¦lgica".
Inspir¨¢ndose en el ejemplo de la Rep¨²blica Federal de Alemania, la reforma constitucionaliza la "lealtad federal", que obliga a las instituciones del Estado, las regiones y las comunidades a actuar de buena fe para evitar conflictos de intereses entre los organismos p¨²blicos belgas.
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