Los pol¨ªticos italianos se enfrentan a los jueces tras un registro en el Parlamento
El socialista Giuliano Amato, presidente del Gobierno italiano, obtuvo ayer la confianza del Parlamento, que rechaz¨®, como estaba previsto, una moci¨®n de censura presentada por el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS). Pero el debate sobre la moci¨®n de censura dej¨® paso a una amplio movimiento de cr¨ªtica de los diputados al poder judicial tras un intento de la polic¨ªa de incautar documentos del Partido Socialista Italiano (PSI) en el propio edificio del Parlamento.
Los diputados recriminaron ¨¢speramente al poder judicial los m¨¦todos empleados en la investigaci¨®n denominada Manos limpias. El martes, dos agentes de la Polic¨ªa de Finanzas se presentaron en el Parlamento para pedir el balance del PSI. Los agentes hab¨ªan sido enviados por el fiscal de Mil¨¢n para completar la instrucci¨®n del sumario abierto contra el secretario general socialista, Bettino Craxi, y la financiaci¨®n ilegal del partido.Los datos que buscaban los agentes figuran en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, al igual que los balances del resto de los partidos. Al trascender la noticia, la C¨¢mara interrumpi¨® el debate de la moci¨®n de censura contra el Gobierno de Amato, que se celebraba en ese momento, para abuchear a la fiscal¨ªa de Mil¨¢n. Giorgio Napolitano, presidente de la C¨¢mara, explic¨® que se opuso de forma radical a esa demanda ole documentos mientras el fiscal jefe milan¨¦s afirmaba que todo hab¨ªa sido un malentendido.
Patinazo judicial
El malentendido se ha convertido en un nuevo episodio del pulso que libran la Magistratura italiana y los partidos pol¨ªticos. Los principales diarios del pa¨ªs criticaron ayer duramente el pol¨¦mico intento de secuestro mientras que el presidente de la Rep¨²blica, Oscar Luigi Scalfaro, reiter¨® su apoyo a los magistrados, a los que transmiti¨® "la confianza del pueblo italiano".
Los pol¨ªticos aprovecharon el patinazo judicial para vengarse de los m¨¦todos puestos en pr¨¢ctica por los jueces para desvelar las tramas de la financiaci¨®n ilegal, una investigaci¨®n que ha llevado a numerosos pol¨ªticos y empresarios a la c¨¢rcel.
Mientras tanto, la debilidad del Gabinete de Amato, pese a salvarse de la moci¨®n de censura presentada por los ex comunistas, qued¨® de manifiesto en el peque?o apoyo que recibi¨® S¨®lo los cuatro partidos que forman la coalici¨®n de Gobier no (democristianos, socialistas, socialdem¨®cratas y liberales apoyaron al Ejecutivo.
La Democracia Cristiana (DC), partido mayoritario de la coalici¨®n gobernante, abri¨® la mayor¨ªa al PDS, mientras la corriente socialista disidente de Claudio Martelli advirti¨® que era la ¨²ltima vez que daba su confianza a este Ejecutivo. Ni siquiera los ¨¦xitos en la lucha antimafia, que ayer registr¨® otro hito con la detenci¨®n en Palermo de Giuseppe Montalto, un sicario muy buscado de Tot¨® Riina, el capo corleon¨¦s encarcelado, consiguen estabilizar al Gobierno de Amato en las aguas revueltas de las denuncias de corrupci¨®n y de toda una clase pol¨ªtica asediada por su creciente desprestigio en la calle.
Tras ofrecer incluso la entrada en el Gabinete al radical Marco Pannella, Amato s¨®lo logr¨® ayer los votos de los cuatro partidos que integran la mayor¨ªa (democristianos, socialistas, socialdem¨®cratas y liberales) junto a la abstenci¨®n de los radicales. S¨®lo las ausencias y alg¨²n voto indisciplinado aislado explican que la mayor¨ªa que obtuvo (321 contra 255) fuera superior a los 20 votos escasos que constituyen su margen natural de gobierno.
En la oposici¨®n se unieron todos los dem¨¢s con dos argumentos b¨¢sicos: la pol¨ªtica econ¨®mica y el continuismo esencial del Gabinete. Las cr¨ªticas a la austeridad que propugna Amato para introducir el rigor en las finanzas del Estado s¨®lo son, sin embargo, compartidas por quienes se siguen presentando como la izquierda del espectro pol¨ªtico (comunistas, ex comunistas del PDS y La Rete), asi como por la Liga Norte.
Rechazo de la calle
El PDS es el que m¨¢s firmemente asume el rechazo de la calle por unas medidas que califica de "antisociales". Cuando Amato, profesor de econom¨ªa, ha querido justificarlas diciendo que est¨¢n en l¨ªnea con la teor¨ªa de Marx sobre el capitalismo financiero, del entorno del secretario ex comunista, Achille Occhetto, ha salido el comentario de que "si Amato es el Marx de nuestros d¨ªas, Federico Engels debe ser Cesare Romiti" (el consejero delegado de la Fiat). Los grandes empresarios, empezando por el presidente de Fiat, Giovanni Agnelli, apoyan la pol¨ªtica econ¨®mica de Amato.
El rechazo del actual Gobierno como una emanaci¨®n del viejo entendimiento entre socialistas y democristianos y de la misma coalici¨®n que ha gobernado durante casi 20 a?os aparece, en cambio, como un punto com¨²n a todos los opositores, incluido el Partido Republicano Italiano (PRI), que hasta el a?o pasado formaba parte de ese selecto grupo, y de los socialistas disidentes de Claudio Martelli, que a¨²n est¨¢n en el Gabinete.
En la misma Democracia Cristiana (DC) existe la convicci¨®n de que los italianos condenaron ese entendimiento y esa coalici¨®n en las elecciones generales del pasado 5 de abril.
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