La publicidad se apodera de las fachadas

Madrid se est¨¢ cubriendo de vallas publicitarias, a pesar de la normativa municipal que limita su proliferaci¨®n. Los gigantescos carteles se ubican en el casco hist¨®rico de la capital, en parcelas privadas, en edificios en rehabilitaci¨®n, en terrenos municipales, en espacios p¨²blicos y hasta en parques urbanos. El detonante ha sido el permiso municipal otorgado a la empresa Poster, SA, para instalar 120 vallas. Soliviantados, algunos grupos publicitarios han comenzado lo que ya es conocido entre los profesionales como la guerra de las vallas. Mientras, los cartelones de todas las empresas invaden la ciudad.

La adjudicaci¨®n de espacios publicitarios en la calle permite, desde 1991, la instalaci¨®n de vallas a cambio de adecentar y cerrar obras y terrenos del Ayuntamiento. Se persigue eliminar su aspecto de abandono y evitar que constituyan adem¨¢s un peligro para peatones y veh¨ªculos. El pliego de condiciones del concurso precisa que "el Ayuntamiento es el que debe dar ejemplo a los ciudadanos sobre c¨®mo deben conservarse estos terrenos hasta su utilizaci¨®n definitiva".Sin embargo, m¨¢s de un a?o despu¨¦s de la firma del convenio con Poster, SA, para la concesi¨®n de las vallas, las condiciones de las parcelas no parecen haber mejorado demasiado. Las obras siguen representando un peligro en lugares como el aparcamiento del mercado de la Cebada. Adem¨¢s, solares c¨¦ntricos de la ciudad siguen convertidos en aut¨¦nticos vertederos.

Un posterior informe, elaborado por un t¨¦cnico municipal, se?ala que, a pesar de esta situaci¨®n, muchos de los gigantescos soportes publicitarios instalados a cambio del adecentar los solares florecen ya por toda la ciudad. Los carteles han llegado a ser colocados en zonas calificadas como parque urbano en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana. Un ejemplo son los existentes junto al puente del Calero, en el parque de las Avenidas, o como los emplazados en el parque de la Arganzuela, junto a la salida de Pir¨¢mides de la M-30.

Otros se han situado en zonas calificadas como espacios libres p¨²blicos en el Plan General. Es el caso de los emplazados en la avenida de Badajoz frente al tanatorio. Esta zona se ha deteriorado al perderse los ajardinamientos.

Bomberos de anuncio

En otras ocasiones, las vallas ocupan la totalidad de las fachadas de determinadas instalaciones municipales. Por ejemplo, en el parque de bomberos de la calle de Alcal¨¢. Este importante complejo ha desaparecido de la vista de los viandantes. En su lugar, tres grandes carteles publicitarios ocultan el edificio de los servicios de extinci¨®n de incendios. La parcela, rodeada por un muro gris, exhibe ahora anuncios sobre veh¨ªculos, rebajas de enero y servicios municipales.

El mismo estudio indica que la adjudicaci¨®n se efectu¨® con unas contrapartidas demasiado bajas (s¨®lo 41 millones de pesetas al a?o), cuando el valor real del alquiler de los soportes supera los 100 millones anuales. El Ayuntamiento dejar¨¢ as¨ª de ingresar, durante los pr¨®ximos cuatro a?os que dura la cesi¨®n, m¨¢s de 200 millones de pesetas.

Sin embargo, el concejal de Obras e Infraestructuras, Enrique Villoria, rechaza todas estas consideraciones. "El objeto del concurso era cerrar s¨®lo obras municipales, y no terrenos propiedad del Ayuntamiento. Adem¨¢s, ya no existen vallas publicitarias en el casco hist¨®rico, porque las ¨²ltimas existentes fueron retiradas tras recibir algunas quejas en este sentido", asegura. Villoria alega tambi¨¦n que el concurso se hizo "de una manera clara" y que "no es hora de discutir si se pod¨ªa sacar m¨¢s o menos provecho econ¨®mico de ¨¦l".

Un punto de vista que no comparte el concejal socialista Eugenio Morales, para quien "es bien patente que hay vallas desde plaza de Castilla hasta la glorieta de Atocha, donde -por cierto- se han instalado unos carteles gigantescos de ocho metros de longitud por tres de altura". Morales, que admite que todos los grupos municipales dieron en su d¨ªa el visto bueno al concurso, manifiesta su descontento con la actual situaci¨®n.

"El equipo de gobierno municipal ha desvirtuado el esp¨ªritu del acuerdo y ha convertido Madrid en una gran valla publicitaria, permitiendo a la empresa Poster poner vallas no s¨®lo en las parcelas sin cerrar, sino por toda la ciudad. Cuando hemos pedido una lista de los lugares en donde se han emplazado los carteles y de las parcelas que se iban a cerrar, ni siquiera se nos ha facilitado. De seguir as¨ª, terminar¨¢n poniendo cartelones en plena Puerta del Sol", a?ade.

Una posibilidad que no queda descartada, porque el pliego de condiciones del concurso de adjudicaci¨®n reconoce que "las caracter¨ªsticas de esta publicidad se consideran, en conjunto, fuera del contexto de la ordenanza de publicidad exterior de Madrid", normativa que proh¨ªbe, entre otras cosas, la fijaci¨®n de los soportes en el casco hist¨®rico.