El ente italiano del petr¨®leo pago un sueldo durante una d¨¦cada a los partidos

La empresa p¨²blica, y sobre todo el Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), ha pasado a ser el centro de la atenci¨®n de las investigaciones sobre la corrupci¨®n relacionada con la financiaci¨®n de los partidos en Italia, que hoy cumplen su primer a?o. El ex director financiero del ENI, Florio Florini, ha declarado en Ginebra a los jueces de Mil¨¢n que, entre 1970 y 1980, el ENI pag¨® miles de millones de liras mensuales a los partidos pol¨ªticos, repartidos a raz¨®n de un 40%. para la Democracia Cristiana (DC), otro 40% para el Partido Socialista Italiano (PSI), un 10% para el Partido Socialdem¨®crata Italiano (PSDI) y otro 10% para el Partido Republicano (PR).

Coincidiendo con estas revelaciones y este aniversario, los jueces abrieron ayer el s¨¦ptimo sumario al ex l¨ªder socialista Bettino Craxi y el und¨¦cimo a Severino Citaristi, secretario administrativo de la DC. Tambi¨¦n, y tras una larga pelea por mantenerse en el cargo, present¨¦ su dimisi¨®n el alcalde de Mil¨¢n, Piero Borghini, un socialista procedente del ex comunismo, partido que abandon¨® por la alcald¨ªa.Los pagos de que habla Fiorini son, sin embargo, m¨ªnimos fijos, pues las comisiones derivadas de los grupos p¨²blicos para los partidos han sido muy superiores. El propio Fiorini ha confirmado que los tres millones y medio de d¨®lares (unos 400 millones de pesetas) ingresados por el fallecido ex presidente del Banco Ambrosiano, Roberto Calvi, en una cuenta numerada abierta en Suiza por Silvano Larini, el cajero de Craxi, eran s¨®lo la mitad de una comisi¨®n del 14% sobre un dep¨®sito de 50 millones de d¨®lares que el ENI hab¨ªa hecho en una filial suramericana del Ambrosiano.

Pero entre 1978 y 1980, el ENI adquiri¨® riesgos de 125 millones de d¨®lares con el Ambrosiano, y Fiorini ha dicho que se devengaron comisiones por el importe total de tales operaciones. Junto al grupo petrolero, el otro gran acreedor del Ambrosiano en el momento de la quiebra fue la Banca Nazional del Lavoro (BNL), tambi¨¦n estatal y bajo influencia socialista, que hab¨ªa abierto un cr¨¦dito de m¨¢s de 100.000 millones de liras al instituto de Calvi. ENI y BNL, banco tambi¨¦n investigado en relaci¨®n con las ventas de armas a Irak, s¨®lo recuperaron, tras la quiebra, el 661/o de sus pr¨¦stamos al Ambrosiano.

Sin extra?eza

La aparici¨®n del ENI, junto a otros grupos p¨²blicos, como el el¨¦ctrico Enel, en el centro de las investigaciones sobre corrupci¨®n no ha extra?ado a nadie pues, desde que Enrico Mattei lo fund¨® en 1953, ha sido una f¨¢brica para crear y destruir pol¨ªticos. De ¨¦l sac¨® Mattei, muerto en un sospechoso accidente a¨¦reo, los fondos para crear la izquierda democristiana de Ciriaco de Mita y para elevar a la presidencia de la Rep¨²blica a Giovanni Gronchi y Giovanni Leone.

Trufado de esp¨ªas aficionados y profesionales, como corresponde a un comercio estrat¨¦gico muy relacionado, adem¨¢s, con el mundo ¨¢rabe, el ENI ha sido tambi¨¦n fuente de continuos informes secretos y esc¨¢ndalos vinculados a la lucha por el poder. Gracias, por ejemplo, a la denuncia del pago de una comisi¨®n de 100.000 millones de liras derivadas del primer acuerdo de compra directa de crudos saud¨ªes, Craxi arrebat¨® el control del ENI y del PSI al ala izquierda de su propio partido.

Diversos observadores han destacado que las alianzas establecidas en aquella primera batalla llevaban la semilla de la corrupci¨®n que ha terminado por ahogar al liderazgo socialista. De all¨ª nacen, en cualquier caso, las conexiones del PSI con Fiorini y Licio Gelli, el jefe de la logia mas¨®nica P-2, que tanto adepto tuvo en el ENI. Y tambi¨¦n de ese nexo deriva la capacidad actual de estos dos personajes, de cuyas presuntas conexiones con la delincuencia se ha especulado repetidamente, para influir en el trabajo de los magistrados.

Curiosamente, ambos se encuentran fuera del alcance de la justicia italiana. Fiorini, porque est¨¢ preso en Suiza por la quiebra de Sasea, su financiera que le un¨ªa a otros manipuladores de comisiones que le precedieron en el ENI. Gelli, porque, en virtud del mandato de extradici¨®n que dieron los suizos, s¨®lo puede ser juzgado por la quiebra del Ambrosiano.