Los restos del 'Challenger' indican que la tripulaci¨®n fue consciente del accidente
La publicaci¨®n de las fotograf¨ªas de los restos del transbordador Challenger tras la explosi¨®n que lo destruy¨® el 28 de enero de 1986 revelan que la cabina donde viajaban los siete astronautas super¨® los efectos del primer estallido y no se desintegr¨® hasta que choc¨® contra el oc¨¦ano a gran velocidad. La pruebas gr¨¢ficas conocidas ahora refuerzan la hip¨®tesis de que la c¨¢psula de la tripulaci¨®n result¨® intacta y de que algunos astronautas estuvieron conscientes mientras descend¨ªan en ca¨ªda libre segundos despu¨¦s de haber despegado de cabo Ca?averal (Florida).
Hasta que este mes un juez decret¨® la difusi¨®n de las fotograf¨ªas, las pruebas gr¨¢ficas hab¨ªan permanecido durante siete a?os bajo la custodia de la NASA.La revelaci¨®n de las 48 fotograf¨ªas de los restos del fuselaje ha sido posible gracias a las sucesivas demandas judiciales presentadas por el artista neoyorquino, Ben Sarao, desde 1990. Sarao ha declarado que su iniciativa pretend¨ªa "ayudar a la gente a comprender lo ocurrido" para evitar su repetici¨®n en el futuro. A juicio de uno de los ingenieros del Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts, Thomas Wierzhiski, el estudio de las im¨¢genes va a ser de gran ayuda para los especialistas aeroespaciales.
Antes de entregrar las pruebas gr¨¢ficas al artista neoyorquino el pasado 3 de febrero, la NASA retir¨® todas aquellas fotograf¨ªas cuyo contenido pod¨ªa atentar contra la intimidad de los familiares de los fallecidos.
Reconstrucci¨®n de la cabina
Los restos de los tripulantes del Challenger, entre los que figuraba una profesora de New Hampshire entrenada para dar clases desde el espacio, y sus efectos personales fueron recogidos en el oce¨¢no y entregados a sus familiares tras la tragedia.Posteriormente, la NASA reconstruy¨® la cabina de tripulaci¨®n en un soporte de andamios de madera para tratar de averiguar el origen de la explosi¨®n, que fue televisada en directo en todo el mundo.
La desintegraci¨®n del Challenger fue vivida por los norteamericanos como una de las mayores tragedias colectivas de los ¨²ltimos a?os. Millones de personas asistieron en directo a la reacci¨®n de los familiares de los tripulantes que desde la base espacial de Florida presenciaban como la nave se desintegraba antes sus ojos. La espiral de humo blanco que qued¨® en el cielo tras la explosi¨®n hab¨ªa sido hasta ahora la ¨²nica prueba gr¨¢fica asociada con la cat¨¢strofe.
La investigaci¨®n que realiz¨® una comisi¨®n nombrada al efecto sobre la cat¨¢strofe concluy¨® que la causa de la explosi¨®n fue la fuga de combustible que se produjo durante el lanzamiento por el deterioro de una anilla de goma en uno de los cohetes de la primera etapa. Este fallo se debi¨® a las heladas que se produjeron en Florida los d¨ªas anteriores, que deformaron el material el¨¢stico de las juntas.
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