Carmen Cervera anuncia que en 45 d¨ªas la colecci¨®n Thyssen ser¨¢ espa?ola

En un plazo de unos 45 d¨ªas, la colecci¨®n Thyssen Bornemisza pasar¨¢ a ser propiedad del Estado espa?ol, seg¨²n declararon ayer a este peri¨®dico los barones Thyssen en el palacio de Villahermosa. Carmen Cervera, que en su empe?o por conseguir la propiedad espa?ola para la colecci¨®n ha renunciado a favor de los cuatro hijos del bar¨®n a "varios miles de millones de pesetas" del 50% de la herencia que le corresponde como esposa, cree que ya nada puede frenar el acuerdo final. El Estado pagar¨¢ por la propiedad definitiva alrededor de 40.000 mifiones de pesetas.

Carmen Cervera cuenta que desde que se convirti¨® en baronesa Thyssen, en 1985, tuvo muy claro que el mejor lugar para exponer la colecci¨®n de pintura de su marido, considerada como una de las m¨¢s importantes pinacotecas privadas del mundo, era Espa?a. La certeza de ese deseo se ha consolidado a ra¨ªz de la apertura el pasado octubre del Museo Thyssen en el palacio Villahermosa. S¨®lo durante el mes de enero el palacio fue visitado por 60.000 personas. Al margen del coste que el Estado espa?ol pagar¨¢ por la propiedad definitiva de los 800 cuadros -la cesi¨®n por diez a?os ha costado 5.000 millones de pesetas- el mayor escollo con el que Carmen Cervera se ha encontrado ha sido convencer a los cuatro hijos del bar¨®n para que aceptasen el traslado y venta a Espa?a.

Bajo cero

El empuje definitivo en las arduas y complicadas negociaciones familares se produjo durante la reciente boda de Francesca Thyssen, la ¨²nica hija del bar¨®n, con Carlos de Hasburgo, nieto del ¨²ltimo emperador austr¨ªaco, en el santuario de Mariazell el pasado 31 de enero, a 14 grados bajo cero. La g¨¦lida temperatura no impidi¨® a la baronesa aprovechar el encuentro para conversar uno por uno y en grupo -"m¨¢s de lo que nunca hasta ahora hab¨ªamos hablado"- de la necesidad inmediata de cerrar el trato. Heini Jr (George), 44 a?os, soltero, hijo de la princesa alemana Mar¨ªa Teresa de Lippe; Francesca, de 35 a?os, y Lorne, de 29, hijos de Fiona Campbell, y Alexander, de 18, hijo de la brasile?a Denisse Shorto, son, junto a Carmen Cervera, los herederos de todas las propiedades del bar¨®n Thyssen. "Entre todos, estamos a punto de que el acuerdo sea realidad. S¨®lo quedan meros tr¨¢mites burocr¨¢ticos de nuestros propios papeleos e intereses representados en el Trust, que se cre¨® en 1986 con el fin de proteger la colecci¨®n", cuenta Carmen Cervera como resumen optimista de la cumbre familiar celebrada en la boda de Francesca.

En contra de lo que se hab¨ªa dicho, y que incluso fue publicado por una revista alemana, en el sentido de que Francesca estaba dispuesta a que la colecci¨®n volviera a Lugano (Suiza), Carmen Cervera cuenta que, tambi¨¦n durante la boda, acord¨® con la ¨²nica hija de su marido que ¨¦sta, si finalmente decide vivir con su marido en Lugano, utilice el palacete familiar. En ¨¦l, Francesca podr¨¢ celebrar exposiciones temporales con las 700 obras, muchas de ellas de primer orden, pertenecientes a la colecci¨®n Thyssen que no se encuentran en Espa?a. "Le he ofrecido mi colaboraci¨®n incondicional para montar las exposiciones que quiera e incluso para ayudar en su labor de restauraci¨®n de piezas art¨ªsticas de los pa¨ªses del Este, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Arch que ella preside".

?Por qu¨¦ este empe?o de Carmen Cervera en que la colecci¨®n se quede en Espa?a? La baronesa argumenta tres razones. Primera, dice, es espa?ola. Segunda, "no se come dos veces" y una vez que tiene m¨¢s que satisfechos todos los caprichos posibles "se piensa en otras cosas". Y, tercera, y para ella la m¨¢s importante: "Le debo esto a mi marido. Es todo un caballero que nunca me ha defraudado. A ¨¦l le importa mucho la colecci¨®n que empez¨® su padre y ¨¦l complet¨®, y no quiere que se disperse bajo ning¨²n concepto. Ese es el argumento principal que he utilizado para convencer a todos sus hijos. Tanto ellos como yo le debemos esto a Heini. A sus 72 a?os, el museo le ha rejuvenecido. Es como si hubiera empezado a vivir de nuevo".

Para Carmen Cervera, el coste econ¨®mico que se est¨¢ barajando sobre la operaci¨®n es irrelevante. "Todas las cantidades son irrisorias. Para todos los herederos es decir adi¨®s a much¨ªsimo dinero y el amor al arte tiene un l¨ªmite. Mi ¨²nico inter¨¦s es que el nombre de mi marido pase a la historia a trav¨¦s del museo Thyssen Bornemisza. Dentro de 40 a?os nadie se acordar¨¢ de Carmen Cervera".