'Ko Aoraki Te Maunga'
Diez artistas neozelandeses exponen en Madrid

Jaqueline Fraser es la m¨¢s maor¨ª, sin serlo, de los 10 artistas que hasta el 4 de abril presentan sus trabajos en la sala-Juan Gris del Centro Cultural Conde Duque, del Ayuntamiento de Madrid. Ko Aoraki Te Maunga, el t¨ªtulo de la ¨²nica pieza que Fraser presenta en la muestra, es una frase maor¨ª que significa El monte Cook es la Monta?a. Los maor¨ªes fueron los primeros habitantes de las islas que flotan debajo de Espa?a, al otro lado del globo, nuestras ant¨ªpodas exactas, el lugar m¨¢s . alejado de aqu¨ª. De ah¨ª lo certero del denominador com¨²n que engloba la exposici¨®n: La distancia mira hacia nosotros. La frase pertenece a un poema de Charles Brasch titulado Las islas.
Los rasgos comunes entre estos 10 pintores son m¨ªnimos: viven de la pintura y lo hacen en Nueva Zelanda. Tienen entre 29 y 50 a?os, son tres mujeres y siete hombres. Salvo James ' Ross, originario del Reino Unido, todos han nacido en Nueva Zelanda: -un pa¨ªs "con la cara siempre vuelta hacia el n¨ªar", como dice Francis Pound en el hermoso cat¨¢logo de la exposici¨®n. Esa cara siempre vuelta hacia la inmensidad del oc¨¦ano es la que explica que aunque los neozelandeses miren siempre hacia el exterior no est¨¦n muy seguros de que las miradas ajenas lleguen hasta sus islas.De los 10 artistas, cinco han venido a Madrid. Son los que hablan. Los que callan, y por tanto hablan s¨®lo con sus obras, son Gavin Chilcott, con tapices llenos de color; Richard Reddway, con un front¨®n de un cuerpo fragmentado; John Reyno1ds, con caligraf¨ªas y dibujos; Michael Stevenson, con lienzos deshabitados de una Nueva Zelanda provincial, y Elizabeth Thomson, con mariposas en muros que llama fantasmas en la noche.
Jacqueline Fraser (Dunedin, 1956) utiliza materiales de desecho de la ciudad contempor¨¢nea para construir artefactos que evocan la cultura maor¨ª. Ella y sus hijos hablan esa lengua. En Espa?a dice recuperar esa capacidad ingenua para disfrutar de las dulzuras de la vida, tan propia de los maor¨ªes.
Tony Lane (Kati-Kati, 1949), adem¨¢s de pintor, es uno de los comisarios de la muestra. "En Nueva Zelanda siempre hemos sentido mucha atracci¨®n por el arte europeo. Buena parte de nuestra cultura procede de Europa". Sus piezas recuerdan vitrales g¨®ticos salpicados con flores de su hemisferio.
Gretchen Albrecht (Auckland, 1943) confiesa sin reparos su admiraci¨®n por Piero della Francesca y su intento de traducirlo a una mirada contempor¨¢nea, estilizada, abstracta. De ah¨ª sus dos ¨®valos, una anunciaci¨®n pac¨ªfica que llama coloquio y un nocturno.
Bill Hammond (Christchurch, 1947) parece el m¨¢s ensimismado de todos y al mismo tiempo el m¨¢s amigable. Dice que se alimenta de lo que vive, la televisi¨®n, los peri¨®dicos y la existencia. Sus obras van desde una suerte de peri¨®dico, "de friso de la condici¨®n humana", a un plato de comida cultural, pasando por la evocaci¨®n de las misteriosas islas Auckland.
James Ross (Gillingham, Reino Unido, 1948) cree que, a pesar de la distancia entre Espa?a y Nueva Zelanda, se puede establecer un v¨ªnculo entre lo que ha significado el mar para su pa¨ªs y los Pirineos para Espa?a. "Creo que la actitud general de todos nosotros es antidecorativa, una mirada cr¨ªtica ante lo que nos rodea".
La muestra viene de Sevilla y seguir¨¢ camino en Barcelona. Ahora que la luz se apaga merced a la sombra de la crisis, los neozelandeses acortan la distancia (m¨¢s de 20.000 kil¨®metros desde Madrid hasta sus islas) para que miremos hacia ellos. "Recordando junto a los muelles, los blancos / barcos reposan entre el humo; y desde su bah¨ªa embrujada / las gaviotas se desvanecen hacia otro verano. / Todo est¨¢ iluminado y calma la murmurante / sombra de la partida; la distancia mira hacia nosotros / y nadie sabe d¨®nde se acostar¨¢ al anochecer", escribe Charles Brasch en su poema Las islas.
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