El Ayuntamiento reduce m¨¢s de la mitad la plantilla de cuidadores de presos 'yonquis'
Cuando un yonqui entra en las celdas de la c¨¢rcel de Carabanchel dispone de 14 personas -11 profesionales contratados por el Ayuntamiento de Madrid y tres funcionarios de Asuntos Penitenciarios- dispuestas a procurarle todos los auxilios para mitigar su drogodependencia. Pero desde el pr¨®ximo d¨ªa 28 s¨®lo habr¨¢ nueve -cinco funcionarios y cuatro de? Ayuntamiento , algunos de los cuales trabajar¨¢n s¨®lo a tiempo parcial. Los profesionales de ambas administraciones creen que los recortes degradar¨¢n la calidad M servicio. Y auguran: "Los drogadictos pagar¨¢n las consecuencias".
S¨®lo hay siete m¨¦dicos para 2.500 reclusos en la c¨¢rcel de Carabanchel. Las propias autoridades de la prisi¨®n, como Lourdes Gil, subdirectora del programa de apoyo a los toxic¨®manos, creen que la cifra es rid¨ªcula y a todas luces insuficiente. Y si, adem¨¢s de continuar con tal escasez de medios, se despide a la ¨²nica doctora con que contaba el equipo municipal contra la droga, la situaci¨®n puede empeorar gravemente. En ello coinciden tanto los funcionarios de Instituciones Penitenciarias como los contratados por el Ayuntamiento.En la actualidad, 136 presos participan en las actividades de desintoxicaci¨®n (publicaci¨®n de revistas, taller de cer¨¢mica, terapias de grupo).
.La posibilidad de que muchos lo hagan para redimir una parte de su condena es nula, seg¨²n los profesionales del Servicio Interdisciplinar de Atenci¨®n al Drogodependiente (SIAD), la empresa contratada por el Ayuntamiento de Madrid. Los d¨ªas de libertad que se les conceden -20 por trimestre- no suponen gran cosa en relaci¨®n a otras actividades de la prisi¨®n, como la limpieza. "Antes les conced¨ªamos beneficios extras como comunicaciones y vis a vis con familiares, pero ahora no", explican.
"Nada de chapuzas"
"No se pueden hacer chapuzas", dice el responsable del SIAD en Carabanchel. "Nosotros ¨ªbamos a poner en pr¨¢ctica un programa por el que los presos podr¨ªan ver a sus familiares con nosotros, para que el tratamiento fuera compartido y m¨¢s eficaz; ahora todo eso se ir¨¢ al garete".
La concejal de Servicios Sociales en el Ayuntamiento, Ana Mar¨ªa Garc¨ªa Armend¨¢riz, indic¨® que con el nuevo equipo se compesar¨ªa el desnivel num¨¦rico entre los funcionarios y los profesionales contratados por el Ayuntamiento. "Eso no funcionaba bien, hab¨ªa descompensaciones, no se trabajaba de forma coordinada", indic¨®. Por eso, la concejal ha prescindido, entre otros, de la m¨¦dico del SIAD: "Me indicaron que era preferible un doctor funcionario", esgrimi¨® Garc¨ªa Armend¨¢riz.
Para adaptar el equipo municipal a las nuevas necesidades de la c¨¢rcel, la concejal asegur¨® haberse asesorado por miembros del Plan Nacional de Drogas y de Instituciones Penitenciarias.
"Incluso he mantenido m¨¢s profesionales de los que ellos. me ped¨ªan. Hay que tener en cuenta -advirti¨® Garc¨ªa Armend¨¢riz- que muchos presos. de Carabanchel est¨¢n siendo, trasladados a la nueva prisi¨®n, de Navalcarnero, y eso aliviar¨¢ mucho a los profesionales".
Garc¨ªa Armend¨¢riz inform¨® que el Ayuntamiento prepara un plan de drogas similar para atender a las mujeres de Carabanchel
Presi¨®n de los jueces
El recorte municipal a¨²n podr¨ªa haber sido mayor. El Ayuntamiento contrat¨® en 1989 a 12 personas de SIAD para que informasen y atendiesen a todos los toxic¨®manos que ingresaban en los calabozos de los juzgados de la plaza de Castilla.
En este caso, la asociaci¨®n Jueces para la Democracia ha hecho frente al recorte: varios de sus miembros han repartido un comunicado, firmado por 35 magistrados, en el que apoyan la gesti¨®n de esta empresa privada. Entre otras razones los jueces alegan que la informaci¨®n que aporta SIAD sobre la conducta y salud de los delincuentes toxic¨®manos resulta valios¨ªsima a la hora de conceder los permisos de libertad.
En los ¨²ltimos dos a?os, SIAD evit¨® la encarcelaci¨®n de 108 drogadictos proporcion¨¢ndoles actividades y trabajos alternativos.
En el ¨²ltimo a?o, los empleados de SIAD han recogido 3.000 fichas en los calabozos, han entregado 700 informes a jueces y directores de centros de desintoxicaci¨®n y han dirigido hacia los servicios municipales a 2.000 drogadictos. ?sa es su tarjeta de presentaci¨®n. La presi¨®n de los jueces dio sus frutos. Los responsables de la empresa privada recibieron la feliz noticia de que todo s los contratos de los juzgados ser¨¢n renovados.
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