Marea de sangre en el Reino Unido
Los brit¨¢nicos asisten aterrorizados a un inexplicable aumento de los cr¨ªmenes violentos

La polic¨ªa de Liverpool recomienda a las madres que no suelten ni por un segundo la mano de sus peque?os. La polic¨ªa de Londres distribuye folletos sobre autoprotecci¨®n para las mujeres que viajen solas en autom¨®vil. Ni?os y mujeres son las principales v¨ªctimas del rampante aumento de los delitos violentos en el Reino Unido, cuyo n¨²mero se ha multiplicado por 10 en los ¨²ltimos 40 a?os y crece ahora a un ritmo del 15% anual. Los brit¨¢nicos se preguntan qu¨¦ les ha ocurrido, cu¨¢l es la raz¨®n de tanta sangre.El caso que ha erizado, por en¨¦sima vez, los cabellos de la opini¨®n p¨²blica es el de James Bulger, un ni?o de dos a?os cuyo cuerpo apareci¨® destrozado sobre las v¨ªas del tren. Su madre le perdi¨® de vista s¨®lo un momento, mientras hac¨ªa sus compras en una carnicer¨ªa de Walton (Liverpool). A partir de ese instante, una c¨¢mara de v¨ªdeo del servicio de seguridad fue testigo silencioso del primer movimiento del crimen, filmando c¨®mo dos ni?os de 10 o 12 a?os cog¨ªan de la mano a James y se lo llevaban del centro comercial.
Otra c¨¢mara capt¨® a James en una calle pr¨®xima, arrastrado por los mismos dos ni?os y ya herido en la cabeza. Decenas de transe¨²ntes se cruzaron con el tr¨ªo infantil, pero nadie hizo nada. James fue hallado poco despu¨¦s despedazado por sucesivos trenes. Antes hab¨ªa sido torturado y asesinado. La polic¨ªa no quiso detallar las heridas que le hab¨ªan infligido, porque eran "demasiado horripilantes". La polic¨ªa arrest¨® ayer a dos ni?os de 10 a?os para interrogarles sobre este crimen, despu¨¦s de un aluvi¨®n de llamadas recibidas en la l¨ªnea caliente del programa Crimewatch UK, dedicado a la resoluci¨®n de casos pendientes con la participaci¨®n del p¨²blico, y que denunciaron a un total de 43 personas. El que los sospechosos tengan tan corta edad es la guinda del horror.
Pero el caso de James es s¨®lo uno m¨¢s en las estad¨ªsticas de la violencia. En estos momentos se celebra en Nottingham el juicio de la enfermera asesina. Beverly Allit, de 24 a?os, est¨¢ acusada de causar la muerte de cuatro ni?os, y de intentarlo con otros nueve, mientras trabajaba en el hospital Grantham and Ketsheven de Lincolnshire. Seg¨²n todos los indicios, Allit, que acababa de salir de la escuela de enfermer¨ªa, mat¨® a tres beb¨¦s y un ni?o de 10 a?os con sobredosis de insulina o insufl¨¢ndoles aire en las venas.
Las violaciones, muchas de las cuales concluyen con espeluznantes torturas o con la muerte de la v¨ªctima, aumentaron el a?o pasado en un 18% en el ¨¢rea de Londres, especialmente en lugares cerrados: el domicilio de la v¨ªctima o, muy especialmente, el coche. El Ministerio del Interior ha iniciado la distribuci¨®n de grandes carteles negros en los que figura un mensaje visible a distancia: Llamen a la polic¨ªa. Es para desplegarlo en el cristal trasero no en caso de ataque inminente, sino en caso de simple aver¨ªa: una mujer sola en un coche parado es, cada vez m¨¢s, el pr¨®logo de una violaci¨®n.
El desempleo, la falta de disciplina escolar y la proliferaci¨®n de guetos raciales y econ¨®micos han sido denunciados varias veces por la Iglesia anglicana como "la ra¨ªz de la violencia". Mientras, el Gobierno de John Major le da vueltas y m¨¢s vueltas a la geometr¨ªa policial: incremento de patrullas, cambio de itinerarios, campa?as de asesoramiento a la ciudadan¨ªa. Los diputados conservadores piden armas para los bobbies. La oposici¨®n laborista se presenta a s¨ª misma como "el partido de la ley y el orden" para ganar votos. Pero ni unos ni otros dan con la f¨®rmula para atajar la marea de sangre, en un pa¨ªs que cuenta ya con el mayor porcentaje de poblaci¨®n en la c¨¢rcel de toda la CE.
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