Yeltsin denuncia los intentos de involucrar a las Fuerzas Armadas rusas en la pol¨ªtica
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El presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, manifest¨® ayer que existen fuerzas deseosas de involucrar al Ej¨¦rcito en la pol¨ªtica, y afirm¨® que el papel de las Fuerzas Armadas es el de "garante de la estabilidad social". Yeltsin se expres¨® as¨ª en una entrevista con el peri¨®dico del Ej¨¦rcito, Estrella Roja, difundida en v¨ªsperas de una fiesta castrense tradicional.
Grupos patriotas y comunistas piensan utilizar hoy esta fiesta para expresar su descontento con una manifestaci¨®n en el centro de Mosc¨². La alcald¨ªa de la capital no ha autorizado parte del itinerario previsto. Una manifestaci¨®n semejante en 1992 acab¨® siendo dispersada por la polic¨ªa. El acto puede transformarse en "una manifestaci¨®n de los fantasmas del comunismo en v¨ªas de desaparici¨®n", ha dicho el ministro de Exteriores, Andr¨¦i K¨®zirev, seg¨²n el cual los militares que participen pueden ser "involucrados en juegos de pol¨ªtica interior con fines negativos".La doctrina militar rusa no ha sido totalmente elaborada por el Consejo de Seguridad, un organismo que lleva casi un a?o funcionando, dijo Yeltsin. Hay quien intenta llenar este vac¨ªo con "suced¨¢neos", se?al¨® el presidente. "Algunos", dijo, "intentan jugar la carta militar".
De repente, los medios de comunicaci¨®n rusos han vuelto a ocuparse ampliamente del tema militar. El canal de televisi¨®n interestatal inform¨® el domingo de la celebraci¨®n de una asamblea de oficiales en la que participaron "viejas glorias" de la defensa de la URSS, como el general Albert Makashov y el coronel V¨ªktor Alksnis, y tambi¨¦n el nuevo l¨ªder del Partido Comunista de Rusia, Guennadi Ziug¨¢nov. La asamblea de oficiales pidi¨® el cese del ministro de Defensa, P¨¢vel Grashov, a quien acus¨® de permitir el medro de la corrupci¨®n.
Estabilidad amenazada
Medios pr¨®ximos al presidente Yeltsin insisten en que la pelea con el jefe del Parlamento, Rusl¨¢n Jasbul¨¢tov, tiene consecuencias nefastas para la estabilidad de la Federaci¨®n Rusa. Ayer, Sergu¨¦i Shajrai, jefe del Comit¨¦ Estatal de Asuntos Federales (antes Comit¨¦ Estatal de las Nacionalidades), manifest¨® que "el conflicto entre poderes en Mosc¨² ejerce un efecto muy negativo para el mantenimiento de la unidad del Estado" y constituye "la principal amenaza" para la integridad del mismo.En estas afirmaciones puede haber una dosis de exageraci¨®n. La guerra Yeltsin-Jasbul¨¢tov desacredita a ambos pol¨ªticos, en primer lugar, y su efecto en provincias se acumula al de otros factores de insatisfacci¨®n, tales como la falta de delimitaci¨®n de competencias con el Gobierno central, la ausencia de legislaci¨®n para realizar la reforma o las instrucciones contradictorias que llegan de Mosc¨².
La tentaci¨®n de una acci¨®n ilegal para salir del estancamiento en el conflicto entre el poder ejecutivo y el legislativo no tiene por qu¨¦ venir necesariamente de la oposici¨®n patri¨®tico-comunista, que est¨¢ objetivamente interesada en las urnas y en un proceso democr¨¢tico, ya que se ve beneficiada por la pol¨ªtica gubernamental. No debe descartarse la posibilidad de que el presidente o los radicales, empe?ados en celebrar el refer¨¦ndum a toda costa traten de provocar a sus adversarios para justificar un r¨¦gimen presidencialista que neutralizar¨ªa al Parlamento.
La situaci¨®n de hoy tiene, en opini¨®n de observadores pol¨ªticos, rasgos semejantes a la que se daba el pasado oto?o, cuando varios allegados a Yeltsin denunciaron una supuesta conspiraci¨®n contra el presidente, demasiado variopinta y abigarrada para parecer ver¨ªdica.
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