Los 'marines' matan a nueve somal¨ªes que cercaban la Embajada de EE UU

La violencia ha vuelto a adue?arse de Mogadiscio. Las incendiarias proclamas del principal se?or de la guerra de Somalia, Mohamed Farah Aidid, contra las tropas multinacionales, a las que acusa de apoyar a uno de sus enemigos, han lanzado a las calles de la capital a miles de seguidores que mantienen continuos enfrentamientos con las fuerzas de intervenci¨®n encargadas de garantizar el reparto de la ayuda humanitaria. Nueve somal¨ªes murieron ayer cuando una multitud trat¨® de asaltar la Embajada de EE UU.

Por segundo d¨ªa consecutivo, varios miles de somal¨ªes se lanzaron a las calles y los gritos "?Fuera Am¨¦rica!" y "?Volved a casa!" inundaron la capital. Ayer, sin embargo, la violencia fue en aumento. A primera hora de la ma?ana, unas 500 personas, armadas con pistolas, cuchillos y piedras, intentaron asaltar la Embajada norteamericana y bloquearon sus accesos. Los soldados estadounidenses abrieron fuego. Las primeras informaciones, no confirmadas por los representantes diplom¨¢ticos, hablaban de nueve somal¨ªes muertos.Momentos m¨¢s tarde, un grupo de unas 200 personas rode¨® la Embajada francesa y abri¨® fuego contra el edificio. Los soldados galos repelieron el ataque tras efectuar varios disparos al aire. Otro grupo lanz¨® pedradas y una granada, que no lleg¨® a explotar, contra la sede de una organizaci¨®n humanitaria francesa.

La jornada transcurri¨® salpicada de enfrentamientos callejeros entre los seguidores de Aldid y los soldados de la fuerza multinacional. Un marine estadounidense result¨® herido por una granada. Los helic¨®pteros Cobra norteamericanos patrullaban los cielos de la capital, ennegrecidos por el humo de los neum¨¢ticos quemados con los que los manifestantes sembraron las calles.

Este brote de violencia tiene su ra¨ªz en el sur del pa¨ªs, en la ciudad de Kismayo, basti¨®n tradicional de Aidid, que el lunes cay¨® en manos de una facci¨®n enemiga liderada por Siad Hersi, general Morgan. La reacci¨®n de Aidid no se hizo esperar y culp¨® a las tropas norteamericanas de haber permitido el avance de Morgan. El comandante en jefe de las tropas estadounidenses, el general Robert Johnston, ha dado a los invasores un plazo de dos d¨ªas para abandonar Kismayo. Mientras tanto, las tropas belgas destacadas en la ciudad han arrestado en las ¨²ltimas horas a varios seguidores de Morgan.

Estas acciones, sin embargo, no han aplacado al general Aidid, que en la noche del martes amenaz¨® con declarar la II guerra santa" a las tropas de intervenci¨®n si no terminaban con su apoyo a Morgan".

Las fuerzas multinacionales desplegadas en Somalia bajo el mandato de la ONU se enfrentan as¨ª a los momentos de mayor tensi¨®n desde el comienzo de la operaci¨®n Devolver la Esperanza, el pasado mes de diciembre. Los casi 30.000 hombres de 23 pa¨ªses que participan en el despliegue, dirigido por Estados Unidos, han tenido que hacer frente a incidentes aislados, pero hab¨ªan logrado restablecer el env¨ªo de convoyes humanitarios a las zonas m¨¢s aisladas de Somalia, donde el hambre atenaza a m¨¢s de un mill¨®n de personas.

Actividad diplom¨¢tica

El clima de violencia, sin embargo, no ha interrumpido los esfuerzos diplom¨¢ticos llevados a cabo por las Naciones Unidas para poner fin a una guerra civil que enfrenta desde hace casi dos a?os a los principales clanes del pa¨ªs.

Faruk Mawlawi, portavoz de la ONU, asegur¨® ayer que los representantes de las facciones enfrentadas hab¨ªan garantizado su presencia en la ronda de negociaciones de paz que se celebrar¨¢ en la capital de Etiop¨ªa, Addis Abeba, el pr¨®ximo 15 de marzo. 'Tos somal¨ªes nos han dejado claro que la violencia se dirige contra los norteamericanos y las fuerzas coaligadas", se?al¨®.

Los sucesos de Kismayo y la violencia que han desencadenado han hecho que las autoridades norteamericanas suspendan por el momento la retirada de los 19.000 soldados que a¨²n permanecen en Somalia. Unos 5.000 hab¨ªan vuelto ya a casa, dentro de los planes de la Administraci¨®n estadounidense, que prev¨¦n el traspaso del control de la operaci¨®n a la ONU el pr¨®ximo mes.

Desde la llegada de las tropas, el general Farah Aidid se mostr¨® contrario a la presencia internacional por considerarla como una injerencia.