Problemas de crecimiento

En 1989 la producci¨®n Cari?o, he encogido a los ni?os se convirti¨® casualmente en uno de los grandes ¨¦xitos de Walt Disney Pictures. Dada la poca imaginaci¨®n demostrada en las ¨²ltimas d¨¦cadas por los grandes estudios norteamericanos y el ¨¦xito econ¨®mico obtenido por este tipo de productos, Cari?o, he agrandado al ni?o es una segunda parte realizada de forma rutinaria para aprovechar el fuerte tir¨®n de la primera.Han pasado tres a?os, Wayne Szalinski sigue con sus experimentos sobre el tama?o de los objetos y, tambi¨¦n de forma casual, agranda a su beb¨¦ de dos a?os y medio, que en diferentes etapas pasa a tener dos metros de estatura y finalmente alcanza los 15. Y se ven implicados en la aventura no s¨®lo sus padres, que le siguen para tratar de reducirle a su dimensi¨®n habitual, sino tambi¨¦n su hermano mayor y su canguro, a quien mete en el bolsillo del peto de su pantal¨®n.

El m¨¢ximo atractivo de esta segunda entrega es que el equipo de guionistas, integrado por el realizador Thom Eberhardt y otro, ha tomado el esquema caracter¨ªstico de la serie de pel¨ªculas sobre King Kong para contar su historia. Aunque, al ser este nuevo gigante un bobote beb¨¦ y no existir ninguna bella de quienenamorarse, las posibilidades narrativas se limitan de gran manera.

Dirigida por el torpe artesano Randal Kleiser, Cari?o, he agrandado al ni?o es un t¨ªpico producto destinado al p¨²blico infantil, sin ninguna pretensi¨®n, y que llenar¨¢ los cines en d¨ªas de vacaciones. Logra que vuelva a brillar el trabajo interpretativo de Rick Moranis, que, una vez m¨¢s, est¨¢ perfecto como el cient¨ªfico Wayne Szalinski, pero fracasa al intentar sacar algo de los ins¨ªpidos Daniel y Joshua Shalikar, que alternativamente dan vida al beb¨¦ con problemas de crecimiento.