Las estrategias amorosas de Naruhito
Las vicisitudes del heredero al trono japon¨¦s para conseguir el favor de su prometida
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Naruhito, pr¨ªncipe heredero del trono imperial japon¨¦s, pirope¨® en p¨²blico a su novia y reconoci¨® en una inusual conferencia de prensa haber roto el protocolo de palacio y no dudar en recurrir al enmascaramiento para lograr sus prop¨®sitos. Masako Owada, de 29 a?os, diplom¨¢tica de carrera, rechaz¨® la oferta matrimonial del pr¨ªncipe en varias ocasiones, pero al final, despu¨¦s de recibir fuego graneado desde distintas posiciones, cedi¨® a sus pretensiones amorosas. "Ella es una persona tan encantadora que en su presencia el tiempo vuela", declar¨® el pr¨ªncipe en la comparecencia ante los periodistas nacionales, convocados el pasado martes con motivo de su 33? cumplea?os.Las licencias empleadas para acudir a las citas con su amada fueron audaces trat¨¢ndose de un miembro de la r¨ªgida dinast¨ªa nipona: con el fin de despistar al ret¨¦n de informadores que montaba guardia permanente frente a palacio evit¨® salir de la residencia en la habitual caravana motorizada y se ocult¨® en una furgoneta con cortinillas. "He escalado un pico en mi vida", subray¨® en una met¨¢fora monta?era. "Quisiera ascenderal siguiente en pareja", agreg¨®, en referencia a su cercano matrimonio, previsto en principio para el pr¨®ximo mes de junio. "Cada vez que me reun¨ªa con ella, m¨¢s me convenc¨ªa de que era mi tipo. Nunca he ten Ido conversaciones tan interesantes como con ella", insisti¨® el heredero, abundando en las excelencias de la prometida, especializada en asuntos de Am¨¦rica del Norte en el Ministerio de Relaciones Exteriores. A rengl¨®n seguido subray¨® que los ardides utilizados en pos del amor de Masako merecieron la pena porque se cumpli¨® el objetivo final. "Consider¨¦ c¨®mo reunirme con ella subrepticiamente. Finalmente decid¨ª utilizar el m¨¦todo, sin precedentes, de: acudir sin la compa?¨ªa de los guardias de seguridad".
Narlahito confes¨® que: en una de las ¨²ltimas reuniones clandestinas con Masako se emple¨® a fondo. El encuentro tuvo llagar el pasado 3 de octubre en una finca de recreo de la provincia de Chiba. El heredero lanz¨® un ¨®rdago a la grande. "Estaba en juego mi felicidad", explic¨®. El miedo a la nueva vida, adem¨¢s de su resistencia a perder el gratificante trabajo ministerial, fue una de las razones que hicieron dudar a la joven, futura emperatriz japonesa. El pr¨ªncipe heredero ha admitido que Masako Owada, hija de un viceministro en el departamento de personal de Asuntos Exteriores, extra?ar¨¢ el nuevo entorno. "Puede experimentar ansiedad y estr¨¦s, pero yo estar¨¦ cerca de ella para consolarla". Subray¨® adem¨¢s que su futura esposa podr¨¢ sacar partido de sus conocimientos diplom¨¢ticos en los frecuentes viajes al extranjero y numerosos compromisos internacionales de la pareja.
En alusi¨®n a su solter¨ªa, cuyos ¨²ltimos a?os dedic¨® a la b¨²squeda de novia, Naruhito afirm¨® haber sido feliz. "He hecho todo lo que quer¨ªa hacer".
La mayor¨ªa de los japoneses recibieron con entusiasmo la noticia del emparejamiento del pr¨ªncipe con una joven universitaria, cosmopolita y pol¨ªglota, segunda plebeya que emparenta con la familia imperial.
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