LA CONTAMINACION AC?STICA
El ruido concreto de una alarma, la m¨²sica estridente de un bar de copas o el tocadiscos del vecino del tercero son f¨¢cilmente identificables y denunciables con precisi¨®n.Pero otros ruidos de la ciudad, menos perseguibles por ser de autor desconocido o disperso, hacen peligrar la salud y los nervios de m¨¢s de un mill¨®n de madrile?os que residen en la almendra de la capital, la zona delimitada por la circunvalaci¨®n M-30. Eso se llama contaminaci¨®n ac¨²stica y es constante, difusa y an¨®nima. Causa estr¨¦s, irritabilidad, hipertensi¨®n y fatiga.. Su principal responsable es el tr¨¢fico, y el aumento constante de autom¨®viles y bocinas constituye el peor presagio.
Las medidas del estr¨¦pito
El decibelio es una medida que resulta de una f¨®rmula logar¨ªtmica en la que intervienen factores como la intensidad, la duraci¨®n, la proximidad y el tono.La escala logar¨ªtmica de los decibelios se incrementa de tal forma que un aumento de tres decibelios significa que la intensidad sonora se ha duplicado.
El aparato auditivo del hombre refleja el sonido a partir de un cierto nivel (umbral m¨ªnimo), fijado en cero decibelios. La calidad de vida en una ciudad es mayor cuanto menor resulta el nivel de decibelios en el ambiente.
Para sentir la diferencia entre la paz y el dolor t¨¦ngase en cuenta que si la voz humana oscila entre 40 y 60 decibelios, la sirena de una ambulancia equivale a 85; el frenazo de un autob¨²s a un metro de distancia alcanza los 100; el interior de una discoteca, los 105 decibelios, y un avi¨®n cercano, los 120 (el umbral del dolor se fija en 130 decibelios). Jam¨¢s deben superarse los 140 decibelios.
En el estudio elaborado para el Ayuntamiento sobre el ruido en Madrid se instalaron 838 puntos de medida cada250 metros, y en nueve distritos. Cada punto constaba de un micr¨®fono de intemperie, un registrador magn¨¦tico y un contador de veh¨ªculos. Las mediciones se efectuaron siempre entre las diez de la ma?ana y las seis de la tarde en d¨ªas laborables, grabando los primeros cinco minutos de cada media hora.
Considerando un nivel de ruido situado entre los 70 y los 85 decibelios -"cuando no es traum¨¢tico para el organismo, pero no hay descanso", en palabras de C¨¦sar Gavil¨¢n, jefe del servicio de otorrinolaringolog¨ªa de La Paz-, la clasificaci¨®n por distritos es la siguiente: en primer lugar, el de Salamanca, con el 59% de su ¨¢rea afecta da, seguido por el de Centro (54%), Chamber¨ª (53%), Tet¨²an (45%), Arganzuela (37%), Moncloa (34%), Chamart¨ªn (32%), Fuencarral (23%) y Retiro (21%).
Los efectos del ruido son fisiol¨®gicos (p¨¦rdida de capacidad auditiva, mayor presi¨®n arterial, aceleraci¨®n cardiaca, descargas de hormonas en la sangre ... ), psicol¨®gicos (mayor agresividad y nerviosismo) y sociol¨®gicos (dificultad de comunicaci¨®n, disminuci¨®n del rendimiento y aumento de los accidentes).
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