Gambeteo
De algunos jugadores dotados para el regateo futbol¨ªstico hemos heredado el ?talo-argentinismo gambeteo, oportun¨ªsimo para ponerle nombre a la habilidad principal de nuestro jefe de Gobierno, excepcional regateador autocontrolado en sus comienzos, y alucinante regateador de s¨ª mismo en los a?os que siguen a su descubrimiento chino de que lo importante de un gato no es su color, sino que cace ratones.La ¨²ltima exhibici¨®n la acaba de dar en el retorcido asunto de la ley de huelga. Una vez establecido el pacto entre Gobierno y sindicatos, el acuerdo fue aprobado por el Congreso de los Diputados, en ausencia de Carlos Solchaga, motivado por una ley tan poco significativa para el postsocialismo, y fueron varios los altos dirigentes del PSOE que cantaron las excelencias del acuerdo y de la ratificaci¨®n parlamentaria. Tampoco el jefe de Gobierno dijo ni mu en aquel momento, y cuando el solchaguismo expres¨® su deseo de que la ley fuera reformada en el Senado por una mayor¨ªa absoluta socialista, poco se reparo en la grave contradicci¨®n en que incurrir¨ªan la mayor¨ªa socialista de diputados y la mayor¨ªa socialista de senadores, corrigi¨¦ndose en tan fundamental disposici¨®n.
Pero hete aqu¨ª que Felipe Gonz¨¢lez cogi¨® el bal¨®n, regate¨® a los diputados socialistas, luego a los empresarios, a los senadores y, finalmente, ante un c¨®nclave provincial de socialistas, ha regateado a todo el mundo minimizando las "mejoras" que los senadores pueden aportar a la ley de huelga. De tanto regatear a los dem¨¢s ha terminado por regatearse a s¨ª mismo, y sobre el terreno de juego no s¨®lo yacen los esp¨ªritus desarticulados del ministro de Trabajo o de Barrionuevo, sino tambi¨¦n los de Cuevas, Solchaga, Arizmendi y el propio Felipe Gonz¨¢lez, que ha perdido la pelota a los pies del defensa escoba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.