"Como no explotaba, la baj¨¦ al patio"
El conserje de la CEOE que retir¨® la bomba no se cree un h¨¦roe, pero anoche a¨²n temblaba
"La saqu¨¦ de detr¨¢s de la cisterna. Era muy raro. La mov¨ª y, como no explotaba, la baj¨¦ corriendo, acompa?ado de un vigilante. Por las escaleras sal¨ªa mucha gente. Fuimos al arco detector de metales de la puerta. Vimos que aquello era muy raro. Me dirig¨ª hacia la calle y cuando estaba a punto de salir, pens¨¦ que all¨ª la bomba podr¨ªa herir a mucha m¨¢s gente. As¨ª que fui al patio y la dej¨¦ en el sitio m¨¢s alejado. Sal¨ª corriendo y al poco explot¨®, cuando todav¨ªa yo estaba dentro y segu¨ªan saliendo compa?eros por las escaleras". As¨ª relataba anoche su gesta ?lvaro C. S., de 27 a?os, conserje de la CEOE desde hace siete a?os, que se negaba a reconocer que el haber retirado la bomba constituya una heroicidad.
"No quiero que la gente me agobie. Esto no tiene importancia. Por favor, no lo exager¨¦is", insist¨ªa ?lvaro, que horas despu¨¦s de protagonizar tan ins¨®lita acci¨®n a¨²n no acababa de comprender las razones por las que actu¨® de esta forma."S¨®lo pens¨¦ que en esa planta segu¨ªa habiendo muchas personas y en el da?o que pod¨ªa hacer la bomba", a?ade. "En aquellos momentos no me di cuenta del peligro que corr¨ªa yo mismo. Me di cuenta cuanto escuch¨¦ la explosi¨®n. Entonces me temblaron las piernas y me siguen temblando".
?lvaro no s¨®lo fue capaz de pasear en sus manos el artefacto por la sede de la patronal, sino que incluso hizo una aut¨¦ntica labor de detective. Despu¨¦s de que la telefonista de la CEOE recibiera la llamada de un grapo anunciando la colocaci¨®n de la bomba, el joven conserje se dirigi¨® hacia unos lavabos situados en la cuarta planta para inspeccionarlos en busca del artefacto. Para su sorpresa, la puerta de uno de los servicios estaba cerrada. Llam¨® para comprobar si hab¨ªa alguien dentro, pero nadie le respondi¨®.
El conserje, al que sus compa?eros tienen considerado un manitas por su destreza para reparar cualquier desperfecto, cogi¨® un clip y logr¨® abrir la cerradura. Al primer vistazo no observ¨® nada raro. M¨¢s tarde, vio que detr¨¢s de la cisterna hab¨ªa una bolsa de pl¨¢stico blanca que conten¨ªa una fiambrera. "?sa es", le grit¨® excitado al vigilante jurado que le acompa?aba. Y sin pens¨¢rselo dos veces, agarr¨® el arte facto y ech¨® a correr escaleras abajo
Alvaro, con los ojos enrojeci dos, se encontraba anoche presa de una visible excitaci¨®n. Quiz¨¢s con el paso de las horas hab¨ªa tomado consciencia de que pod¨ªa haber muerto destrozado por una bomba, precisamente en el mismo d¨ªa en que sus padres conmemoraban el 321 aniversario de bodas. "Menuda celebraci¨®n pod¨ªamos haber tenido...", dec¨ªa ayer Abelardo, el padre del joven, que se encuentra jubilado tras haber sufrido dos operaciones de coraz¨®n.
Mediaci¨®n de la madre.
La madre de ?lvaro recordaba anoche c¨®mo fue ella la que consigui¨® que su hijo empezara a trabajar hace siete a?os en la sede de la CEOE, merced a que ella est¨¢ empleada como asistenta en el domicilio de un abogado de la patronal. "Acab¨® la mili, que hizo de voluntario, y le busqu¨¦ este trabajo. Est¨¢n muy contentos con ¨¦l porque es un chico muy bueno", afirmaba la mujer, sin ocultar su orgullo.
Frente al orgullo paterno, el joven era remiso a precisar si sus jefes hab¨ªan elogiado su gesto, aunque acab¨® reconociendo que el presidente de la CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, le hab¨ªa felicitado: "Me dijo pues eso... que muy bien ."
Los padres se enteraron de la noticia por la radio. Pero s¨®lo sab¨ªan que un empleado de la CEOE hab¨ªa retirado la bomba. Su sorpresa fue may¨²scula cuando su hijo, tras prestar declaraci¨®n en la Brigada Provincial de Informaci¨®n, les telefone¨® para informarles de que era ¨¦l quien hab¨ªa trasladado el explosivo al patio del edificio, pero que se encontraba perfectamente. Uno de los temores de ?lvaro era c¨®mo dar la noticia a su padre, ya que Abelardo, por su afecci¨®n cardiaca, podr¨ªa verse seriamente afectado al conocer el riesgo asumido por su hijo.
Este barbudo joven, que tiene un hermano y una hermana, es miembro de una familia de emigrantes extreme?os. Le gusta 1a naturaleza y esos rollos" y los todo-terreno. Su apelativo como radioaficionado es Goliath. Su hermana ayer se cuid¨® de invitarle a tomar unas copas para que Goliath durmiera bien.
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