Un fugado del franquismo
Van desapareciendo los ¨²ltimos supervivientes de la m¨¢s gloriosa generaci¨®n de la canci¨®n espa?ola, la que dio nombres tan deslumbrantes como los de Concha Piquer, Angelillo, Estrellita Castro, Imperio Argentina y unos cuantos m¨¢s. Miguel de Molina fue seguramente el mejor de todos, el que dio a la canci¨®n espa?ola una intensidad expresiva raramente conseguida en un g¨¦nero en que se da prioridad casi siempre al gesto desmelenado, a un dramatismo emocionante.Ahora ha muerto en Buenos Aires, donde se hab¨ªa exiliado en 1942 huyendo de una Espa?a en que se le persegu¨ªa m¨¢s por su homosexualidad que por diferencias ideol¨®gicas. Hac¨ªa un par de d¨¦cadas que hab¨ªa abandonado los escenarios en que ganara gloria y dinero, y tuvo una vejez confortable gracias a ese dinero y a los beneficios de un pr¨®spero negocio de antig¨¹edades. Naci¨® en M¨¢laga hacia 1907.
Se escap¨® del colegio en que cursaba estudios para lanzarse a. la aventura del espect¨¢culo. Al principio alternaba, como otras grandes estrellas de la ¨¦poca -la Argentina y la Argentinita, Pastora Imperio...-, su arte de cantante con el de bailar¨ªn / bailaor. En abril de 1934 incorpor¨® al Espectro en una memorable versi¨®n de El amor brujo, de Falla, en el teatro Espa?ol de Madrid, con la Argentina, la Imperio y Vicente Escudero.
Una estrella
Para entonces ya Miguel de Molina era una estrella capital de la canci¨®n espa?ola. ?lvaro Retana y otros especialistas le hab¨ªan calificado ya como genio del g¨¦nero nacional por excelencia. Pilar Calvo -esposa del guitarrista flamenco Luis Maravilla- y Adelita Dur¨¢n fueron parejas suyas en aquellos a?os treinta de ¨¦xitos continuos. Sus creaciones de La bien pag¨¢ y Ojos verdes, por citar s¨®lo dos t¨ªtulos hist¨®ricos, fueron definitivamente memorables en su voz.
En cuanto a Ojos verdes, el propio Miguel de Molina cont¨® c¨®mo esta canci¨®n hab¨ªa nacido en una mesa del caf¨¦ barcelon¨¦s La Granja Oriente, el d¨ªa que Federico Garc¨ªa Lorca estren¨® su obra Do?a Rosita la soltera. Molina se hab¨ªa vestido de etiqueta para asistir al estreno y, terminada la funci¨®n, salud¨® en los camerinos al poeta y a la int¨¦rprete, Margarita Xirgu. Estaba tambi¨¦n all¨ª Rafael de Le¨®n, y los tres hombres fueron al citado establecimiento para celebrar el ¨¦xito. Rafael cont¨® una historia de marineros, facas y limones, y Federico le replicaba que hab¨ªa copiado su Romance son¨¢mbulo, aunque con estilo personal. Miguel de Molina pidi¨® al poeta estrenar su canci¨®n cuando la terminara, pero la guerra dispers¨® a los tres amigos y la canci¨®n fue a parar primeramente a Blanquita Su¨¢rez y despu¨¦s a la Piquer. Molina la cantar¨ªa m¨¢s tarde, y su genio la elevar¨ªa a esa aut¨¦ntica joya que es.
Como es sabido, tras la guerra civil Miguel de Molina fue acosado y perseguido por los vencedores. M¨¢s por su hornosexualidad no disimulado -Imperio Argentina le recueda "cosi¨¦ndose su propia ropa, fum¨¢ndose un puro y bebi¨¦ndose un whisky"- que por una ideolog¨ªa en la que ¨¦l nunca milit¨®.
Miguel de Molina se march¨® de Espa?a, en 1942 con la compa?¨ªa de Lola Membrives. En Buenos Aires mont¨® un negocio de antig¨¹edades y se dedic¨® de nuevo al espect¨¢culo, triunfando en toda la l¨ªnea. Hizo varias pel¨ªculas con Carmen Amaya. En 1952 protagoniz¨® la titulada ?sta es mi vida, autobiogr¨¢fica, como ¨¦l mismo declara al final de la misma: "Y es verdad, ¨¦sta es mi vida, porque llevo en mi alma el teatro como en los labios una canci¨®n".
Pudo volver en dos ocasiones a Espa?a, a¨²n de la dictadura, seguramente protegido por sus amigos Juan Domingo y Eva Per¨®n. Una de ellas para ver a su madre, y otra en 1958, para trabajar en El Duende, el tablao de Pastora Imperio.
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