66 millones por un kilo de novato

El kilo de carne de novato se cotiza a 66 millones de pesetas en los mostradores de la NBA. ?se es al menos el precio pagado por cada uno de los 135 kilogramos de generosa humanidad que exhibe Shaquille O'Neal, el mocet¨®n del Orlando Magic que en su primer a?o como profesional se ha convertido en el deportista m¨¢s rentable de Estados Unidos. Ni siquiera Michael Jordan, recientemente distinguido como el jugador m¨¢s carism¨¢tico. en toda la historia de la NBA, posey¨® en su d¨ªa un gancho publicitario tan devastador como el de este chaval de 20 a?os. Apenas unos meses de competici¨®n y O'Neal ya ha firmado contratos por un valor de 8.925 millones de pesetas. Lo dicho: 66 millones por kilo.

Para la rom¨¢ntica cosmovisi¨®n del Viejo Continente, Shaquille Rashan O'Neal s¨®lo tiene un defecto: habla en tercera persona. Los cronistas de la vieja Europa habr¨ªan descuartizado hace ya tiempo al mozalbete por tama?a osad¨ªa. Luis Aragon¨¦s tambi¨¦n habla en tercera persona, pero se le permite porque para eso tiene patillas canosas y el culo pelado de andar por ah¨ª. Sin embargo, para los depredadores ejecutivos de las agencias de publicidad de Madison Avenue, semejante detalle no es sino uno de los muchos atractivos del monstruo.La mitolog¨ªa de la metr¨®poli desprecia a los alfe?iques. No basta con ser el mejor: hay que decirlo, repetirlo y, si es necesario, pisar por ello. O'Neal es perfecto y lo declara sin sonrojo. En la universidad solt¨® lo siguiente: "I'm the shaqnificent" (deformaci¨®n de Im the magnificent: soy el magn¨ªfico). La bestia s¨®lo ten¨ªa 18 a?itos.

Un producto elaborado

O'Neal es un producto muy elaborado. Su padre, un sargento convertido al isl¨¢m. llamado Philip Harrison, bautiz¨® al primog¨¦nito de su matrimonio con Lucille O'Neal con dos nombres contradictorios: Shaquille Rashan (peque?o guerrero, en ¨¢rabe). Fall¨® en lo primero, pero acert¨® en lo segundo. La severa disciplina militar de aquel hogar cubri¨® de hierro forjado los 215 cent¨ªmetros del joven."S¨®lo es preciso ver a Shaquille alrededor de su padre, diciendo 'S¨ª, se?or' o 'No, se?or' para comprender por qu¨¦, es tan fuerte y disciplinado", coment¨® en 1991 a la revista Sports Illustrated Vernel Singleton, uno de sus compa?eros en la universidad. Con el Lousiana State, O'Neal comenz¨® a asombrar al mundo.

Los estudios no eran lo suyo -"demasiado Nintendo", dec¨ªa- con la excepci¨®n de un desmedido inter¨¦s por las canastas de las canchas rivales. ?l mismo defini¨® esta afici¨®n como rimology (arolog¨ªa). Antes de cada partido, Shaquille analizaba los soportes de la cesta, sus fijaciones y la calidad del aro para ver si pod¨ªan resistir sus acometidas. "Cuando Shaquille descubri¨® que los aros de Illinois estaban intactos, se excit¨® tanto que pens¨¦ que ten dr¨ªamos que darle un tranquilizante", coment¨® su compa?ero Mike Hansen. El mito comenz¨® a forjarse con declaraciones de admiraci¨®n de rivales y compa?eros. "Las cintas de v¨ªdeo no le hacen justicia", confes¨® el jugador Chris Mills. "Shaquille tiene el car¨¢cter explosivo de Barkley. No es algo que se consigue en la sala de pesas, sino que procede de lo m¨¢s profundo del alma", dijo el p¨ªvot Bill Walton.

"Siempre dije a Shaquille que el mundo estaba lleno de seguidores y que lo que hac¨ªan falta eran l¨ªderes", a?adi¨® su padre. La estrella, sin embargo, no ten¨ªa muy claro en aquel tiempo si el mundo pod¨ªa llegar a ser suyo alg¨²n d¨ªa."No quiero crecer nunca. Soy como Peter Pan. Crecer significa problemas y yo quiero ser feliz", dijo un d¨ªa para asombro de los presentes.

Lo cierto es que creci¨®, y mucho. M¨¢s que problemas, lo que logr¨® fue dinero. Y tambi¨¦n mucho. Recientemente, el diario USA Today public¨® todas sus ganancias. Una burrada. Por sus siete a?os de contrato con el Orlando Magic cobrar¨¢ unos 42 millones de d¨®lares (unos 5.000 millones de pesetas), y por servir de veh¨ªculo publicitario para Pepsi, Reebok, Spalding y otras firmas recibir¨¢ otros 3.900 millones.