La centenaria aspirina goza de buena salud
Tras un siglo de aplicaci¨®n, el futuro del ¨¢cido acetilsalicilico trasciende la cura del dolor
La humilde aspirina, que costaba unos pocos c¨¦ntimos hace un siglo, ha sobrevivido para reportar a sus fabricantes una cantidad incalculable de miles de millones de d¨®lares. Cada a?o se venden 38 millones de toneladas de aspirina en todo el mundo (en Espa?a, se consumen anualmente cerca de 700 millones de pastillas); y eso significa muchos dolores. El asado viernes, la Fundaci¨®n Europea de la Aspirina celebr¨® el comienzo del primer centenario del uso de este medicamento inventado por un qu¨ªmico alem¨¢n.Desde el momento en que la aspirina ha pegado el salto de aliviar dolores a salvar vidas ha asegurado su propia subsistencia m¨¢s all¨¢ de este milenio. Ha pasado de las jaquecas a la prevenci¨®n de los ataques de coraz¨®n, y ahora se est¨¢n investigando sus propiedades para el tratamiento del c¨¢ncer, de las cataratas y de la demencia senil.
El bien ganado t¨ªtulo de "el medicamento del siglo" puede quedarse, cronol¨®gicamente, modesto; y todo manteniendo un precio considerablemente bajo. Para los farmac¨¦uticos, el compuesto cuesta aproximadamente unas 16 pesetas por cada 20 pastillas, mientras que su inmediato competidor, el ibuprof¨¦n, sale por algo menos de 45 pesetas para la misma cantidad.
Durante sus primeros 50 a?os, la aspirina no tuvo rival como remedio barato y efectivo contra el dolor y como reductor de la fiebre y la inflamaci¨®n. Igual que la aspirina empuj¨® fuera del mercado al cannabis como producto contra el dolor, ella misma sufri¨® parecidas consecuencias tras la aparicici¨®n del paracetamol y, ya en los a?os ochenta, del ibuprof¨¦n.
Todo comenz¨® cuando, en 1894, F¨¦lix Hoffmann, un qu¨ªmico que trabajaba en la compa?¨ªa Bayer, decidi¨® investigar un remedio certero contra los dolores que la artritis provocaba en su padre. Ayudado por otro compa?ero, Heinrich Dresser, retom¨® el f¨¢rmaco sintetizado 40 a?os antes por el franc¨¦s Charles Frederic Gerdhart, el ¨¢cido acetilsalic¨ªlico, y lo mezcl¨® con un compuesto blanco que correg¨ªa en parte su sabor ¨¢cido y la irritaci¨®n que causaba aqu¨¦l en la boca y en el est¨®mago, extremo ¨¦ste que a¨²n no ha podido ser solucionado del todo. Bayer patentaba el invento en 1899.
Ray Edwards, director de mercadotecnia de uno de los principales laboratorios productores de la aspirina en el Reino Unido, considera que es casi una panacea. "Es mucho m¨¢s que un remedio contra el dolor. Se la ve como la pastilla tradicional, c¨®mo eso que toda madre tiene a mano".
[La aspirina est¨¢ contraindicada en los casos de ¨²lcera gastroduodenal por la irritaci¨®n que puede producir en el est¨®mago; para las mujeres embarazadas a t¨¦rmino por sus efectos en la concentraci¨®n de plaquetas en la sangre, y debe utilizar se con precauci¨®n en ni?os y adolescentes con procesos febriles asociados a infecciones v¨ªricas, por su relaci¨®n con el s¨ªndrome de Reye].
La aspirina tiene un amplio futuro, despu¨¦s de que se demostraran sus beneficiosos efectos en pacientes afectados de trombosis o infartos. Actualmente est¨¢ en estudio su poder para neutralizar los radicales libres que influyen en la aparici¨®n del c¨¢ncer de colon, as¨ª como su capacidad para evitar la acumulaci¨®n de prote¨ªnas qu¨¦ provoca el oscurecimiento de la lente propio de las cataratas. "Ahora vemos la aspirina como un medicamento de prevenci¨®n de en fermedades graves, m¨¢s que como remedio casero contra peque?as molestias", concluye Nick Varey, director de asuntos m¨¦dicos de otro importante laboratorio brit¨¢nico. The Independent.
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