Las empresas ahorrar¨¢n con la nueva amortizacion 200.000 millones al a?o
Las empresas se ahorrar¨¢n cada a?o unos 200.000 millones de pesetas por el impuesto sobre sociedades con la entrada en vigor de las nuevas tablas de amortizaci¨®n. El motivo es que estas nuevas tablas elevan, en una media del 20%, los coeficientes de amortizaci¨®n de las inversiones empresariales. Esto significa que las empresas podr¨¢n deducir, como gasto del ejercicio, una mayor proporci¨®n de las inversiones realizadas, y se enfrentar¨¢n, por tanto, a menor base imponible en el impuesto sobre sociedades. El beneficio fiscal existe incluso aunque las empresas, por la crisis, cierren su ejercicio con p¨¦rdidas, ya que ¨¦stas pueden compensarse a lo largo de cinco a?os.
Las tablas de amortizaci¨®n marcan el porcentaje m¨¢ximo de la inversi¨®n que las empresas pueden deducir cada a?o como gasto a la hora de calcular sus resultados. Las nuevas tablas elevan esos porcentajes, o coeficientes de amortizaci¨®n, en una media del 20%, aunque la variaci¨®n depende del tipo de inversi¨®n. As¨ª, por ejemplo, los edificios no var¨ªan el coeficiente que tienen en la actualidad, y que est¨¢ vigente desde 1965: Cada a?o puede amortizarse un m¨¢ximo del 3% de esa inversi¨®n en edificios y el periodo m¨¢ximo durante el que se pueden dilatar las deducciones es de 50 a?os.En el lado opuesto, hay inversiones que duplican su coeficiente de amortizaci¨®n porque Hacienda ha llegado a la conclusi¨®n de que se deprecian con mucha m¨¢s rapidez de lo que preve¨ªan las tablas de 1965. Un ejemplo de estas ¨²ltimas son las instalaciones sanitarias o de cocina en el sector de la hosteler¨ªa. Se duplica su coeficiente m¨¢ximo y pasa a ser del 15%, con un periodo m¨¢ximo de amortizaci¨®n de 15 a?os.
Equipos inform¨¢ticos
Como excepci¨®n, los equipos inform¨¢ticos no var¨ªan su coeficiente, a pesar de la rapidez con la que pierden valor, porque ¨¦ste se modific¨® en 1991 y es, desde entonces, del 25%.El secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, resumi¨® ayer la ventaja fiscal de las nuevas tablas con la siguiente frase: "Al aumentar las posibilidades de deducir gastos a las empresas, se reduce la carga fiscal que ¨¦stas soportan". Zabalza a?adi¨® que el coste fiscal de esta medida no se notar¨¢ en las arcas de Hacienda hasta 1994, toda vez que la primera deducci¨®n se har¨¢ en la declaraci¨®n del impuesto sobre sociedades de 1993, que debe presentarse en mayo del pr¨®ximo ejercicio.
La disminuci¨®n de ingresos que notar¨¢ Hacienda por este cambio es, seg¨²n Zabalza, de unos 150.000 millones de pesetas por a?o. A esta cuant¨ªa hay que sumar otros 50.000 millones de pesetas, pues las inversiones que se realicen entre abril de 1993 y diciembre de 1994 tendr¨¢n una bonificaci¨®n fiscal adicional. En concreto, el coeficiente de amortizaci¨®n que podr¨¢n aplicar las inversiones que se hagan entre ¨¦ste y el pr¨®ximo a?o ser¨¢ un 50% superior al general.
El cambio de situaci¨®n al que se enfrentan las empresas se resume en el siguiente ejemplo. Una inversi¨®n que, con las tablas de 1965, tuviera un coeficiente m¨¢ximo del 10% pasa ahora al 12%. Y si la inversi¨®n se realiza antes de diciembre de 1993, ese 12% debe multiplicarse por 1.5, es decir, su coeficiente ser¨ªa del 18%. El resultado es que la misma inversi¨®n pasar¨¢ de tener un periodo m¨¢ximo de amortizaci¨®n de 10 a?os a otro de ocho, si la inversi¨®n es antigua, o uno de s¨®lo seis si es nueva. De otra forma, si el empresario gast¨® 100 millones en la inversi¨®n del ejemplo, la deducci¨®n anual pasa de 10 millones en las tablas antiguas a 12 millones con las nuevas si es una inversi¨®n antigua, o a 18 millones si es nueva.
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