Insultos y golpes en el Senado italiano durante la comparecencia de Amato

Giuliano Amato, primer ministro italiano, anunci¨® ayer que se retirar¨¢ de la vida p¨²blica cuando deje el cargo para responder a la necesidad que tiene el pa¨ªs de un cambio radical en los h¨¢bitos de su clase pol¨ªtica. La confesi¨®n de Amato no pudo ser m¨¢s oportuna: la realiz¨® ante una crispada sesi¨®n del Senado en la que los gritos, insultos y abucheos estuvieron a punto de degenerar en una batalla campal. Amato acus¨® a los pol¨ªticos de doblez y asegur¨® que el pa¨ªs est¨¢ sediento de justicia. El presidente del Consejo de Ministros compareci¨® en el Senado para someterse a su duod¨¦cima rev¨¢lida en el plazo de los nueve meses que lleva al frente del Ejecutivo.Los senadores, en especial los de la oposici¨®n, le recibieron de u?as. Los comunistas, con gritos de "?buf¨®n!" y "?dimisi¨®n!", mientras los neofascistas y los autonomistas de la Liga lanzaban billetes falsos sobre los esca?os gubernamentales. Los ujieres tuvieron que intervenir para separar a varios senadores que estuvieron a punto de enzarzarse a pu?etazos.

Amato denunci¨® la mentira en que viven partidos y pol¨ªticos que, dijo, reclaman su dimisi¨®n en p¨²blico, mientras en privado le piden que siga. Tambi¨¦n les acus¨® de haber querido la ley del perd¨®n, de la que ahora dicen abjurar. Por lo pronto, ayer consigui¨® que 143 de los 242 senadores votaran a favor de su continuidad.

P¨¢gina 2 Editorial en la p¨¢gina 12