Los aviones apagafuegos m¨¢s modernos que tiene el lcona no pueden volar, por problemas t¨¦cnicos

M¨¢s de un tercio de la flota de aviones apagafuegos con que cuenta el Icona (Instituto de Conservaci¨®n de la Naturaleza), concretamente ocho sobre un total de 21, no pueden volar debido a problemas t¨¦cnicos. Se da la circunstancia de que los aparatos inmovilizados son precisamente los m¨¢s modernos, los dotados, con un motor turboh¨¦lice, en cuya adquisici¨®n ha invertido ya el Ministerio, de Agricultura al menos 8.200 millones de pesetas. Si este problema no se resuelve antes del verano, el lcona ver¨¢ seriamente limitada su capacidad de actuaci¨®n contra los incendios forestales.

El Consejo de Ministros aprob¨® el 21 de julio de 1989 un contrato de 21.000 millones con la empresa canadiense Canadair Limited para modrnizar la flota de aviones apagafuegos. Dichos aparatos los pilotan y mantienen los miembros del Grupo 43 del Ej¨¦rcito del Aire, con base en Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), aunque son propiedad del Icona.El objetivo de la operaci¨®n era sustituir en dos a?os y medio los viejos CL-215, con motor de pist¨®n, por la nueva versi¨®n CL-215-T, turboh¨¦lice, remotorizando siete aparatos y adquiriendo otros ocho, que llegaron a Espa?a en agosto de 1990, para contar a mediados de 1992 con una plantilla de 15 aviones. Seg¨²n dijo entonces el director del Icona, Santiago Marraco, "el nuevo Canadair ofrece mejores garant¨ªas en la operaci¨®n de carga de agua en el mar, una mayor autonom¨ªa de vuelo y una punta de velocidad de 300 kil¨®metros por hora".

"Tierto riesgo"

Fuentes de Agricultura reconocen ahora que "el contrato ten¨ªa cierto riesgo", ya que el nuevo CL-215-T era un modelo todav¨ªa en desarrollo y no experimentado, lo que permiti¨® al Icona obtener "ventajosas condiciones econ¨®micas". No tardar¨ªa en demostrarse que era una operaci¨®n arriesgada: la c¨¦lula del Canadair hab¨ªa sido dise?ada para un motor de pist¨®n y el cambio a. turboh¨¦lice result¨® m¨¢s problem¨¢tico de lo previsto.

El problema se present¨® en las h¨¦lices, que no resistieron la mayor potencia del nuevo motor y presentaron problemas de decapaci¨®n o p¨¦rdida de las capas de fibra de carbono utilizadas en su fabricaci¨®n, seg¨²n las fuentes consultadas. Adem¨¢s, los Canadair se ven sometidos a un sobreesfuerzo muy superior al de cualquier otro avi¨®n en las maniobras de recogida de agua.

Este problema se detect¨® antes del pasado verano, por lo que los nuevos CL-215 Turbo no volaron pr¨¢cticamente durante la ¨²ltima campa?a de extinci¨®n de incedios forestales. La menor virulencia de los incendios permiti¨®, sin embargo, atender las necesidades utilizando s¨®lo los aviones de motor de pist¨®n, cuya tecnolog¨ªa data de la d¨¦cada de los 40.

Tras una exhaustiva revisi¨®n y reforzamiento de las h¨¦lices, el problema volvi¨® a presentarse, por lo que se orden¨® la paralizaci¨®n de los ocho aparatos turboh¨¦lice. Actualmente, s¨®lo se encuentran operativos los ocho aviones con motor de pist¨®n y los cinco antiguos CI-215 que han sido remotorizados, seg¨²n un portavoz del Ministerio de Defensa.