De disidente a ap¨®stol de la uni¨®n
A Michel Noir no le gustan los m¨ªtines de masa. Prefiere las peque?as reuniones, donde este hombre de aspecto tranquilo, m¨¢s de raz¨®n que de pasi¨®n, puede explicar m¨¢s a gusto sus puntos de vista. Como ese encuentro casi ¨ªntimo, hace unos d¨ªas, en un apartamento del centro de Ly¨®n, donde una cincuentena de notables hab¨ªan venido a escuchar las disquiciones de su alcalde. Se notaba este ambiente t¨ªpico de la alta burgues¨ªa de provincias, donde la cortes¨ªa versallesca y las sonrisas afables parecen tan de rigor como la corbata y el traje oscuro a medida.?Consecuencia de los nuevos tiempos? Noir, aparentemente, ha moderado su discurso. Ya no es el cr¨ªtico implacable del mundo pol¨ªtico tradicional. Al rev¨¦s, el rebelde de ayer se presenta hoy como el m¨¢s fiel y el m¨¢s disciplinado de los diputados conservadores. "Siempre he votado en el Parlamento con la oposici¨®n", recalca frente a su auditorio de notables, encantados aparentemente por esta rectitud.
"Y hoy recalco mi optimismo", a?ade, 'frente a la capacidad de la oposici¨®n para gestionar la situaci¨®n econ¨®mica, ya que su programa es absolutamente coherente". El p¨²blico, por poco, se olvidar¨ªa que Noir dej¨® el RPR hace un a?o y medio al calificar resueltamente a este partido de "no apto" para resolver los problemas del pa¨ªs.
Oposici¨®n pura y dura
Ahora que ha redescubierto su vocaci¨®n de opositor puro y duro, el alcalde de Ly¨®n se muestra indignado porque algunos hayan podido tener "dudas psicoanal¨ªticas" sobre sus relaciones con Mitterrand, una expresi¨®n que suscita la risa educada del p¨²blico. ?Pero habr¨¢ algo, al fin y al cabo, que diferencia a Noir de sus antiguos compa?eros de partido? Reconoce una sola diferencia, bastante inesperada: "Es suicida que la oposici¨®n tenga, a apenas dos a?os vista de las elecciones presidenciales, m¨¢s de un candidato. Esta dispersi¨®n ya nos ha costado dos fracasos sucesivos. Es hora de unirse en un solo movimiento que designe a un candidato com¨²n" recalca, antes de a?adir, por si a alguien le hubiera surgido la duda: "Yo no ser¨¦ este candidato com¨²n".He aqu¨ª el hombre de la disidencia transformado en ap¨®stol de la uni¨®n, que afirma "no entender para nada" que el RPR haya podido presentar un candidato contra ¨¦l. Pero Noir, por lo visto, no teme semejante desaf¨ªo, y tiene acentos a lo De Gaulle para expresarlo: "Puedo aparecer aislado, pero en medio del 99% de los electores de la oposici¨®n que piensan como yo", asegura a su p¨²blico de notables, impresionado por tanta confianza en s¨ª.
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