Nueva explosi¨®n y escape de gas venenoso en la empresa qu¨ªmica de Hoechst en Francfort
La credibilidad de la empresa qu¨ªmica Hoechst, e incluso la de todo el sector en Alemania, ha alcanzado su punto m¨¢s bajo tras la explosi¨®n de ayer en su planta de producci¨®n de cola en Francfort. Este accidente, que caus¨® un muerto y un herido grave, ha sido el remate de una serie de al menos seis accidentes graves que se han producido en las ¨²ltimas tres semanas en las ins talaciones de Hoechst en Francfort. La explosi¨®n de ayer se debi¨® a un escape de metanol, un gas venenoso que perjudica el sistema nervioso central y puede causar ceguera.
La explosi¨®n de ayer en Francfort destroz¨® partes de la fachada del edificio y oblig¨® a los habitantes de la zona a encerrarse en sus casas.La racha negra de Hoechst se inici¨® el pasado 22 de febrero con el escape a la atm¨®sfera de unas diez toneladas de productos qu¨ªmicos, varios de ellos cancerosos, que se extendieron por todo Schwanheim, un suburbio de Francfort. La empresa consigui¨® esconder la magnitud de la cat¨¢strofe durante varios d¨ªas, pero las im¨¢genes de una serie de empleados vestidos con trajes protectores y escafandras, que limpiaban las hojas de los ¨¢rboles y remov¨ªan la tierra, no pudieron evitar que los medios de comunicaci¨®n descubrieran la toxicidad de las sustancias que hab¨ªan escapado a la atm¨®sfera.
El intento de ocultarlo se volvi¨® contra la empresa, ya que impidi¨® que los vecinos del suburbio afectado fueran avisados de las medidas que deb¨ªan tomar, tales como quedarse en casa o no tender la ropa. Hoechst, adem¨¢s, se vio obligada a desmentir a la organizaci¨®n Greenpeace, que asegur¨® que en el accidente estuvieron a punto de producirse dioxinas, el compuesto t¨®xico que caus¨® la tragedia de la localidad italiana de Seveso en 1976.
Los tres siguientes accidentes, siempre en las cercan¨ªas de Francfort, en cuya ¨¢rea metropolitana viven unos cuatro millones de personas, no fueron tan graves como el primero; pero el pasado viernes un fallo mec¨¢nico en las instalaciones de Hoechst en Wiesbaden, tambi¨¦n en la zona, culmin¨® con el vertido en el Rin de m¨¢s de 100 litros de xylol-escopal, un compuesto muy venenoso.
Este accidente permiti¨® que el Ministerio de Medio Ambiente del Estado de Hesse, a cuyo cargo se encuentra Joshka Fischer, de Los Verdes, anunciara la imposici¨®n de una serie de medidas dr¨¢sticas de seguridad y la apertura de una investigaci¨®n de m¨¢s de un centenar de plantas qu¨ªmicas.
Fuera de las ¨¢reas pobladas
Si para Hoechst se trata de la peor racha de su historia, para el resto de la industria qu¨ªmica alemana augura malos tiempos. Las otras dos grandes del sector, BASF y Bayer, han reconocido que se trata de una bomba que afecta a toda la industria qu¨ªmica y que acarrear¨¢ un aumento de la presi¨®n popular para que estas f¨¢bricas abandonen las ¨¢reas m¨¢s pobladas y para exigir un importante reforzamiento de los m¨ªnimos de seguridad, con los costes que esto supone.
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