De los agricultores a los 'agriyuppies'
El voto de los campesinos franceses, cautivo de la derecha
Los partidos de la derecha, RPR y UDF, parten en las elecciones que comienzan el pr¨®ximo domingo con el voto cautivo de los agricultores, un universo social en v¨ªas de extinci¨®n que, despu¨¦s de 12 a?os de presidencia socialista, espera ejercitar un nuevo voto de castigo tras haber dicho no al refer¨¦ndum sobre la Uni¨®n Europea del 20 de septiembre de 1992. Sin embargo, los campesinos franceses no se hacen ilusiones: la derecha no sustituir¨¢ a Bruselas como centro de decisi¨®n de la pol¨ªtica agr¨ªcola.
ENVIADO ESPECIALGabriel Devalle tiene 44 a?os. Cultiva, como sus cinco hermanos, legumbres en la f¨¦rtil regi¨®n del norte de Francia y, es portavoz de la Confederaci¨®n Campesina, la segunda organizaci¨®n sindical de los agricultores del pa¨ªs. Devalle acaba de presidir una de las asambleas de la CP en Limoges, la capital del Limousin, en el sur. Once a?os de presidencia socialista no han permitido resolver algunos problemas b¨¢sicos de comunicaciones. La CP ha elegido Limoges para una de sus asambleas porque representa la decadencia agr¨ªcola y el fantasma de la desertizaci¨®n. Un espejo para el conjunto de la agricultura."Los campesinos votan a la derecha. Y desde 1981 han reforzado sus razones para hacerlo", dice Devalle. "Tengo 44 a?os, dos hijos, cultivo legumbres en una regi¨®n rica como lo es el norte, mis cinco hermanos tambi¨¦n son agricultores, pero mi mujer ha tenido que buscar trabajo fuera del sector", explica. Seguir¨¢ ocurriendo. Seg¨²n el Ministerio de Agricultura, 3,2 millones de personas viv¨ªan en 1988 de la actividad de un mill¨®n de explotaciones agr¨ªcolas, y se prev¨¦ para finales de esta d¨¦cada que quedar¨¢n 300.000 agricultores.
Estallidos de violencia
Los agricultores constituyen junto con los pescadores una de las capas sociales m¨¢s movilizadas del pa¨ªs. Ayer, una banda de agricultores hizo su aparici¨®n en el mercado de Burdeos y destruy¨® cajas de tomates y patatas de Marruecos. En Par¨ªs, los estallidos de violencia de agricultores y pescadores inovilizan a la Guardia Republicana, pero ¨¦sta se limita a observar los destrozos. ?Complejo de culpa de los gobernantes, justificaci¨®n de las reivindicaciones campesinas? La clase media urbana protesta impotente.Despu¨¦s de 30 a?os de Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) la situaci¨®n del campo franc¨¦s est¨¢ muy polarizada entre explotaciones que tienden a aumentar su tama?o (de 300 a 100 hect¨¢reas), agricultores especializados en cultivos que conocen una saturaci¨®n creciente y familiares que trabajan los peque?os campos durante el fin de semana.
"La reforma pretend¨ªa abordar los problemas estructurales, pero los hechos han sido otros. Las principales ayudas han ido a parar a los m¨¢s eficientes, es decir, los grandes productores de cereales", se?a la Devalle.
El proceso de expulsi¨®n de campesinos desde el campo a las ciudades no parece, de momento, avanzar. Regiones enteras (Auge, en Normand¨ªa, M¨¦zenc y otras), al parecer predestinadas a abandonar definitivamente sus actividades agr¨ªcolas, siguen donde estaban: el creciente desempleo, la crisis industrial, se eleva como una barrera al abandono de las tierras agr¨ªcolas. La inexistencia de una alternativa ha llevado, incluso, a algunas familias a abandonar las ciudades para instalarse en tierras vecinas, tras perder sus empleos.
Para terminar con los excedentes de cereales y carnes, la reforma de la PAC aplica un r¨¦gimen de baja de precios (30% para los cereales en tres a?os, 15% para la carne bovina y 5% para la mantequilla) y de barbecho obligatorio en las tierras (15% de las tierras laborables). "Esta reforma la dese¨¢bamos todos y hemos esperado 10 a?os. En los a?os sesenta tuvimos reformas con resultados positivos. Hab¨ªa que alimentar a la poblaci¨®n y ser eficiente. A partir del momento en que empezaron los excedentes y el deterioro del medio ambiente, la PAC fue negativa. Y la reforma de mayo de 1992 favorece el productivismo porque las ayudas p¨²blicas no son, en lo esencial, puestas en tela de juicio", explica Fran?ois Dufour, dirigente de la Confederaci¨®n Campesina de La Mancha francesa.
Los agricultores escuchan estos d¨ªas de debate electoral grandes discursos contra la "desertizaci¨®n" del campo. "Todas estas bonitas palabras (... ) no impedir¨¢n que terminemos con un n¨²mero de 200.000 agricultores en Francia. Y yo creo que podr¨ªamos ser 700.000 u 800.000. En todos estos a?os, nadie ha hecho nada para apoyar a las peque?as y medianas estructuras agrarias", dice Dufour. Los campesinos se r¨ªen, asimismo, de las iniciativas de Bruselas contra la "desertizaci¨®n", tendentes a desarrollar en el campo actividades complementarias a la agricultura (turismo verde, industrias, servicios inform¨¢ticos).
Una de las siglas que m¨¢s han contribuido a la "internacionalizaci¨®n" del campesino franc¨¦s ha sido la del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio). Las negociaciones para eliminar las subvenciones agr¨ªcolas -cuyo primer bot¨®n de muestra ha sido el pacto CEE-EE UU- son objeto de gran debate en todas las asambleas en las que la furia campesina comienza a ser ridiculizada por la clase emergente de yuppies del sector agroalimentario, principal beneficiario de la reforma de la PAC.
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