Estrepitosa eliminaci¨®n del Real Madrid
Cuando el Real Madrid cae en Europa lo hace de forma estrepitosa. Esta vez control¨® el marcador -que no el partido- durante 80 minutos, y acab¨® perdiendo cuando ya sent¨ªa la llegada de la pr¨®rroga como un milagro. Esta eliminatoria ha tenido dos finales de una emoci¨®n inaudita; en el Bernab¨¦u, dos minutos salvajes le dieron una c¨®moda ventaja al Madrid. Ayer, los 15 ¨²ltimos minutos dieron para cuatro goles, y con el Madrid saliendo y entrando en la tumba de la eliminaci¨®n.El Madrid puede ahora revolcarse en la desgracia por el gol de Kombouar¨¦ en el minuto 96, pero el partido lo hab¨ªa perdido mucho antes de que Zamorano le diese un rayo de esperanza. No puede hablarse de mala suerte, porque el equipo franc¨¦s, adem¨¢s de sus cuatro tantos, estrell¨® dos balones en el larguero. El gol de Kombouar¨¦ fue un tortazo si milar al recibido el pasado do mingo ante el Logro?¨¦s, pero de consecuencias mucho m¨¢s graves. El Madrid queda fuera de Europa y pierde el primero de los t¨ªtulos a los que a¨²n aspiraba. Y adem¨¢s dio una imagen de poca calidad para aspirar a un t¨ªtulo continental. Temeroso en exceso, sin capacidad de controlar el bal¨®n, fue eliminado por un Par¨ªs-Saint-Germain (PSG) que se suma as¨ª a la gran fiesta francesa de esta semana. Con el Auxerre, que elimin¨® al Ajax, en la misma Copa de la UEFA; el Olympique de Marsella, que gole¨® al CSKA, por 6-0, en la Copa de Europa, y ahora el Paris-Saint-Germain, el f¨²tbol franc¨¦s opta a alcanzar un ¨¦xito sensacional.
90 minutos lejos del ¨¢rea
El partido comenz¨® a un ritmo extraordinario. En apenas dos minutos, el PSG tuvo dos oportunidades claras, y Butrague?o desperdici¨® su mejor ocasi¨®n. A¨²n no lo sab¨ªa, pero el Madrid no iba a volver a acercarse con tanto peligro hasta el gol de Zamorano 90 minutos despu¨¦s. Y es que el PSG aplic¨® sensatez a su juego y se hizo con el partido. Control¨® mucho tiempo el bal¨®n y se arm¨® de paciencia a la espera de esos dos goles que necesitaba.
Artur Jorge, el t¨¦cnico de PSG, coloc¨® a Simba como tercer delantero, y el Madrid se encontr¨® muy pronto encerrado en su campo, incapaz de retener el bal¨®n m¨¢s all¨¢ de dos pases.
El problema del Madrid fue la mala noche de Prosinecki. Cuando ¨¦l no funciona, Mart¨ªn V¨¢zquez sirve de recambio, pero ayer tampoco estaba. Hierro y Luis Enrique no sirven para llevar un equipo, y Michel se convierte en la ¨²nica opci¨®n para canalizar balones peligrosos a los delanteros. No hay calidad suficiente en el equipo.
En el PSG todos miran a Valdo y Ginola. Son dos extraordinarios jugadores, pero blandos de car¨¢cter. Juegan partidos sensacionales para pasar inadvertidos siete d¨ªas despu¨¦s. Anoche, para desgracia del Madrid, estaban inspirados. El ambiente previo -los ¨¦xitos del Auxerre y del Marsella-, calent¨® a los parisinos, un equipo que aspira a colocarse en la ¨¦lite europea, pese a sus 23 a?os de vida. Ginola desbord¨® por completo a Nando, al que le rompi¨® la cadera en varias ocasiones. Floro incluso lleg¨® a colocar en algunos momentos a Rocha sobre ¨¦l para intentar cerrar un pasillo por el que llegaban todos los balones peligrosos.
Al PSG, adem¨¢s, le sali¨® todo muy bien. El primer gol de Weah, antes del descanso, le dio la tranquilidad necesaria para persistir. Y en la segunda parte mantuvo el control del juego, desbordando a un Madrid que hac¨ªa ya claramente agua en el centro del campo. Buyo tuvo que detener dos balones muy complicados de Ginola (m. 50) y Weah (m. 52), y el Madrid no parec¨ªa reaccionar.
Villarroya por Butrague?o
Benito Floro opt¨® por una actitud en principio conservadora, colocar a Villarroya como quinto centrocampista, sacrificando a Butrague?o. La idea funcion¨®, porque el Madrid comenz¨® a controlar m¨¢s tiempo el bal¨®n y a frenar m¨¢s pronto al PSG. Pero con esa soluci¨®n, el Madrid optaba ya dr¨¢sticamente por defender el 1-0. No era capaz de aprovechar la debilidad de la defensa francesa porque no llegaba con rapidez ni con los hombres necesarios para ello.
El cambio crucial lleg¨® con la entrada de Bravo. El PSG recuper¨® el aliento que le hab¨ªa faltado desde que Ginola desapareci¨®, quiz¨¢ cansado por el gran n¨²mero de desbordamientos que le hizo a Nando en la primera parte. Bravo estrell¨® un bal¨®n en el larguero en el minuto 75, y revivi¨® con ello a un equipo que parec¨ªa ya resignarse a su suerte. Y entonces llegaron esos 16 minutos locos.
El drama se escribi¨® en cuatro cap¨ªtulos, con un final negro para los espa?oles. Primero con el 2-0 de Ginola, que clasificaba al PSG. Despu¨¦s con el 3-0 de Valdo, que parec¨ªa sentenciar al Madrid. Luego con el 3-1 de Zamorano, que sacaba al equipo espa?ol de la tumba. Y al final con el cabezazo del reserva Kombouar¨¦, el mismo que clasific¨® al PSG ante el Anderlecht. El drama estaba cerrado, con los franceses gritando euf¨®ricos y los madridistas llorando de rabia. La suerte le fue esquiva al Madrid, pero el PSG la persigui¨® anoche con m¨¢s ah¨ªnco.
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