Marchais pone fin a una campa?a comunista triste y sin entusiasmo
"Paris Saint Germain, 4 - Real Madrid, 1". Fue la ovaci¨®n m¨¢s cerrada del mitin de fin de campa?a del dirigente comunista Georges Marchais, que se celebr¨® la noche del jueves en el pabell¨®n municipal de Villejuif, al sur de Par¨ªs. El secretario general de los comunistas franceses terminaba su discurso cuando la megafon¨ªa anunci¨® el resultado del partido de f¨²tbol que se jug¨® en el Parque de los Pr¨ªncipes. Era un inesperado broche de alegr¨ªa a un discurso triste y defensivo.
El dirigente del que fuera el m¨¢s poderoso Partido Comunista de Europa occidental no ocult¨®, su miedo a ser derrotado por la derecha en su propio feudo, considerado hasta ayer inexpugnable. No hab¨ªa banderas, ni siglas, ni emblemas en el moderno pabell¨®n municipal que albergaba el acto de cierre de campa?a.S¨®lo una pancarta situada, en el escenario -"Para derrotar a la derecha desde la primera vuelta, votad a Georges Marchais"-recordaba que all¨ª se celebraba un acto pol¨ªtico. Los escasos centenares de simpatizantes, en su mayor¨ªa veteranos militantes, que ocupaban las sillas del pabell¨®n, hab¨ªan aplaudido con m¨¢s simpat¨ªa que coraz¨®n el discurso de su candidato. Marchais hab¨ªa dibujado un panorama sombr¨ªo en el que el anunciado triunfe, de la derecha -puede llegar a ocupar el 80% de los esca?os de la Asamblea Nacional, advirti¨®- se traducir¨ªa en una liquidaci¨®n de muchas de las conquistas sociales obtenidas en los ¨²ltimos a?os. Marchais, de 73 a?os de edad, 20 como diputado en esta circunscripci¨®n, puede ver acabada su carrera pol¨ªtica si no consigue renovar su esca?o. Su autoridad en el partido es cada d¨ªa m¨¢s precaria, y los sectores renovadores podr¨ªan aprovechar un eventual fracaso electoral para arrebatarle la secretar¨ªa en el congreso de finales de este.
El Partido Comunista acude a las elecciones del domingo con una intenci¨®n de voto inferior al 10%, seg¨²n la mayor¨ªa ?te los sondeos, pero con esperanzas de conseguir entre 16 y 20 esca?os. A los comunistas les favorece el sistema mayoritario a doble vuelta por la concentraci¨®n de su electorado, que en su mayor¨ªa se encuentra en el cintur¨®n industrial de Par¨ªs. Pero el declive del Partido Comunista, que lleg¨® a ser una de las primeras fuerzas pol¨ªticas francesas al t¨¦rmino de la Segunda Guerra Mundial, parece imparable y en estas elecciones puede ser superado ampliamente por los ecologistas.
El desgaste en el Gobierno de los socialistas no favorece a los comunistas, que ven c¨®mo mengua poco a poco su caudal de votos. Y el caso de Marchais en la circunscripci¨®n de Villejuif es ejemplar. Quienes ponen en apuros su reelecci¨®n son dos antiguos izquierdistas -un ex mao¨ªsta dirigente de Mayo del 68, Alain Geismar, ahora candidato del Partido Socialista, y un economista marxista que se presenta por los Verdes, Alain Lipietz-. Ambos restan votos a Marchais, que en la segunda vuelta puede tener serios problemas para derrotar al candidato de la derecha, Daniel Richard, del neogaullista RPR (Agrupaci¨®n para la Rep¨²blica).
Ello dar¨ªa la raz¨®n al dirigente comunista cuando reflejaba en su discurso la soledad de los comunistas frente a la derecha. El PS (Partido Socialista), en su opini¨®n, tras haber abandonado todas las ideas socialistas, ahora quiere renunciar hasta a su nombre con la renovaci¨®n que propone Michel Rocard. Los ecologistas, por su parte, no saben si quieren gobernar con la izquierda o con la derecha. Marchais se enfrenta a un futuro incierto. S¨®lo su capacidad de maniobra, su probada capacidad de supervivencia, le hacen confiar en que el voto socialista le permita mantenerse en la segunda vuelta.
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