El general Morillon consigue entrar en la ciudad bosnia de Srebrenica al frente de un convoy de la ONU
"?Tenemos el convoy!, ?Tenemos el convoy!", exclamaba euf¨®rico a primera hora de la tarde de ayer el funcionario de la ONU Larry Hollingworth, a trav¨¦s de una comunicaci¨®npor radio desde Srebrenica, enclave musulm¨¢n de Bosnia oriental. Despu¨¦s de nueve d¨ªas de bloqueo por las fuerzas serbias, la caravana humanitaria consegu¨ªa entrar en la asediada ciudad de 60.000 almas con el general Philippe Morillon a la cabeza. Una multitud emocionada dio la bienvenida a los camiones con 175 toneladas de alimentos y medicinas. "No se lo pueden creer; gritan, aplauden y lloran", dec¨ªa Hollingworth.
El convoy de ayer es el tercero que llega a Srebrenica desde el comienzo de la guerra en Bosnia-Herzegovina, en abril del a?o pasado. Morteros y obuses lanzados desde las posiciones serbias ca¨ªan en el centro de Srebrenica, mientras Morillon intentaba superar los m¨²ltiples puntos de control serbios a lo largo del camino desde la frontera bosnio-serbia hacia Srebrenica.El general franc¨¦s sorprendi¨® a los dirigentes del convoy y a los soldados de las Fuerzas de Protecci¨®n de las Naciones Unidas (Unprofor), atrapados desde hace nueve d¨ªas en la frontera serbio-bosnia en Mali Zvornik, al aparecer personalmente para negociar con los jefes militares serbios. Morillon llevaba nueve d¨ªas en Srebrenica, donde ha sido testigo de las tr¨¢gicas condiciones de vida de 60.000 personas asediadas y de la nueva ofensiva serbia, y desde donde anunci¨® que no abandonar¨ªa a la poblaci¨®n hasta que no llegase la ayuda.
Sin embargo, el general franc¨¦s ayer sali¨® para presionar a las autoridades serbias en la propia Serbia y en Bosnia y conseguir que autorizaran de una vez el paso de la caravana humanitaria. "Srebrenica est¨¢ a punto de caer en manos del Ej¨¦rcito serbio", declar¨® Morillon. "La l¨ªnea del frente se encuentra a dos kil¨®metros de la ciudad". Los ataques de la artiller¨ªa no cesaban cuando el general atraves¨® el puente sobre el r¨ªo Drina, y entr¨® en territorio bosnio.
Las tropas serbias reforzaron sus posiciones del otro lado del puente, dispararon al aire y detuvieron el convoy pocos minutos despu¨¦s de la salida. Le permitieron continuar s¨®lo cuando Morillon, a la cabeza de 17 camiones belgas y suecos, accedi¨® a dejar atr¨¢s la escolta militar y a dos m¨¦dicos belgas.
Esta decisi¨®n provoc¨® una agria discusi¨®n entre el general y el coronel Wouter van Dij, jefe de los observadores militares de Unprofor, que dirig¨ªa hasta entonces las negociaciones sobre el paso del convoy. "Los dos blindados est¨¢n previstos en nuestro acuerdo", insist¨ªa el coronel Van Dijk, quien alud¨ªa a la luz verde dada por el presidente serbio, Slobodan Milosevic, y el jefe, de las fuerzas serbias de Bosnia, general Ratko MIadic. "Es mi decisi¨®n. No vamos a retrasar la misi¨®n por dos blindados", respondi¨® Morillon. "Desapruebo su decisi¨®n", replic¨® el coronel. "Soy su comandante. Es un orden", espet¨® Morillon poniendo fin a la discusi¨®n.
Varios oficiales de Unprofor dejaron entrever su desaprobaci¨®n por la actitud de Morillon, que tuvo que ceder a otras dos exigencias de los serbios de Bosnia: el convoy parti¨® hacia Srebrenica por una ruta m¨¢s dif¨ªcil y se impidi¨® la presencia de los observadores militares de Unprofor. El general indic¨® a los periodistas que pensaba quedarse "algunos d¨ªas, sin duda hasta el lunes o el martes" en Srebrenica. "He llegado a un acuerdo con todas las partes y se ha establecido un alto el fuego", asegur¨®.
Camiones repletos
Los periodistas que fueron obligados a dar media vuelta por los serbios en la localidad de Drinjaca vieron pasar durante media hora a cuatro camiones repletos de soldados hacia el frente de Bratunac y Srebrenica. La continuaci¨®n de las operaciones militares es, sin duda, el motivo de la prohibici¨®n serbia a los conductores de los camiones, civiles y militares, de llevar ninguna c¨¢mara fotogr¨¢fica o de v¨ªdeo.
El general franc¨¦s corre el riesgo de convertirse en el enemigo de las tres partes implicadas en la guerra bosnia. Los serbios alegan la parcialidad del general, al haberse solidarizado con la poblaci¨®n musulmana; los musulmanes exig¨ªan su expulsi¨®n de Bosnia, antes de su entrada a Srebrenica, por sus actitudes proserbias; el diario progubernamental croata Vjesnik calific¨® su acci¨®n de "hip¨®crita" y destinada a ampliar "la zona de influencia francesa en la ex Yugoslavia". Pero la poblaci¨®n en Srebrenica le llama dios y asegura que rebautizar¨¢ la ciudad en Morillongrad.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU comenz¨® ayer el examen de un proyecto de resoluci¨®n que autoriza la puesta en marcha de medidas militares para hacer respetar la zona de exclusi¨®n a¨¦rea en Bosnia-Herzegovina, mientras las negociaciones de paz contin¨²an en Nueva York.
En Sarajevo, ayer los bombardeos de artiller¨ªa y de morteros causaron la muerte a trece personas e hirieron a otras 98, en una de las jornadas m¨¢s duras desde el inicio de la guerra, seg¨²n afirmaron fuentes del hospital de la capital bosnia.
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