Fotos
Aquel 25 de febrero de 1993, como cada ma?ana, abr¨ª EL PA?S por las p¨¢ginas de Internacional dedicadas a la guerra en los Balcanes y me qued¨¦ perpleja. En el centro de la p¨¢gina 4 volv¨ª a ver aquella fotograf¨ªa y pens¨¦: o el se?or Bernardo P¨¦rez tiene mucha suerte y ha coincidido de nuevo con aquellos tres milicianos serbios o aqu¨ª hay gato encerrado. Y, efectivamente, hab¨ªa gato encerrado.Busqu¨¦ en mis archivos y, itate!, ?qu¨¦ ten¨ªan en com¨²n la p¨¢gina 4 de EL PA?S de ese 25 de febrero de 1993 y la p¨¢gina 12 de EL PA?S del 15 de septiembre de 1991? Ten¨ªan, ni m¨¢s ni menos, la misma fotograf¨ªa, acompa?ada de pies de foto distintos.
Un a?o y medio atr¨¢s, cuando vi esa foto publicada en EL PA?S, una leve sonrisa asom¨® en mi rostro. Uno de los tres milicianos retratados por Bernardo P¨¦rez pas¨® varios d¨ªas conmigo y con otro fot¨®grafo en Borovo Selo y Trpinja, dos pueblecitos de la Slavonija oriental (Croacia) que se encontraban bajo el control serbio. Al verle en la foto de EL PA?S record¨¦ una de sus escasas conversaciones y pens¨¦ que el texto que acompa?aba esa foto resum¨ªa perfectamente sus
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convicciones: "Los hombres que permanecen en el pueblo [Borovo Seloj dicen estar dispuestos a combatir hasta la muerte para defender sus pertenencias".
El 25 de febrero de 1993, un a?o y medio despu¨¦s, vuelvo a contemplar esa misma foto
,grafia en la p¨¢gina 4 de EL PAIS. De nuevo, una leve sonrisa al ver a ese miliciano. Una sonrisa que desaparece inmediatamente al leer el pie de foto que le acompa?a: "Tres milicianos chetniks, en un puesto de control de Bosnia". ?Mi gu¨ªa de Borovo Selo hab¨ªa abandonado Slavonija y se hab¨ªa trasladado a Bosnia, junto con los otros dos mil¨ªcianos, vistiendo las mismas ropas y empu?ando el mismo rifle? No. Obviamente, la fotograr¨ªa de Bernardo P¨¦rez hab¨ªa sido salvajemente manipulada y a esos tres chetniks se les ubicaba ahora, sin reparar en las posibles consecuencias, en un puesto de control de Bosnia-
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