Tres hermanas

Dentro del actual resurgimiento del cine mexicano, Como agua para chocolate ocupa una posici¨®n especial. En la medida que no tiene nada que ver con el nuevo cine hecho con menos dinero y m¨¢s imaginaci¨®n por j¨®venes directores, al ser una pel¨ªcula cara de un irregular director veterano, pero acaparar gran cantidad de premios nacionales e internacionales.Basada en la novela hom¨®nima de la guionista Laura Esquivel, actualmente casada con el realizador Alfonso Arau, su principal defecto es que el gui¨®n, escrito por ella misma, quiere abarcar las m¨²ltiples y complejas historias narradas en la obra original, no perder sus m¨¢s brillantes frases, recuperadas para el cine con una excesiva voz de fondo, dando por resultado una trama demasiado densa. Defecto que se acrecienta en la versi¨®n recientemente estrenada que tiene una duraci¨®n de poco menos de dos horas frente a las casi dos horas y media del original.

A lo largo de 25 a?os, desde 1910 a 1935, Como agua para chocolate narra la historia de tres hermanas dentro de lo que se ha venido a llamar realismo m¨¢gico latinoamericano. Tita, la menor, que tiene la osad¨ªa de enamorarse e intentar casarse, cuando su obligaci¨®n es cuidar a su madre. Rosaura, que acaba cas¨¢ndose con el pretendiente de su hermana, al ser la ¨²nica ocasi¨®n que tiene ¨¦ste de estar a su lado. Y Gertrudis, que no duda en marcharse con uno de los hombres de la revoluci¨®n, unirse a ellos y convertirse en generala. Uno de los grandes atractivos de esta historia de amores inagotables que se entienden a lo largo del tiempo, es que Tita es una excelente cocinera, no para de guisar durante toda la pel¨ªcula y la mayor¨ªa de las cosas las arregla con comida. Lo mismo condimenta exquisitas tartas de boda que producen la nostalgia en todos los invitados, que codornices con p¨¦talos de rosa para despertar la pasi¨®n amorosa en los comensales. Adem¨¢s de una amplia variedad, que va desde el rosc¨®n de reyes a las torrijas con nata. Hechos que chocan especialmente en la medida que la comida y el cine est¨¢n re?idos y es muy raro encontrar una pel¨ªcula donde se coma.

A pesar de haber sabido encontrar un ritmo r¨¢pido, a veces excesivo, para el relato, Alfonso Arau no era el director id¨®neo para adaptar la primera novela de Laura Esquivel. Con una larga y muy irregular trayectoria como realizador a sus espaldas, pero m¨¢s conocido por su trabajo como actor, especialmente en producciones norteamericanas de ambiente mexicano, ni profundiza demasiado en lo que narra, ni sabe reflejarlo en im¨¢genes a trav¨¦s de una planificaci¨®n en exceso fragmentada y compuesta de demasiados primeros planos. Siempre se tiene la impresi¨®n de que con estos mismos elementos, un director m¨¢s dotado pod¨ªa haber llegado mucho m¨¢s lejos, tanto a niveles de la pura an¨¦cdota, como del romanticismo que la rodea.

Mucha mejor mano demuestra tener Alfonso Arau para la direcci¨®n de actores, sobre todo para las m¨²ltiples que integran el reparto. Lumi Cavazos, que encarna a Tita la hermana menor, est¨¢ espl¨¦ndida, as¨ª como Claudette Maille, que hace de la revolucionaria Gertrudis. No se sit¨²a a su altura el actor italiano Marco Leonardi.