Cada tren de cercan¨ªas lleno elimina 1,5 kil¨®metros de atascos

M¨¢s de 600.000 madrile?os se lo reafirman diariamente al ministro de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Borrell: los cercan¨ªas son la gran baza en la apuesta por los transportes p¨²blicos. Un estudio comunitario sobre los beneficios econ¨®micos y medioambientales de estos trenes abunda en esta conclusi¨®n. En los ¨²ltimos 10 a?os los viajeros que utilizan este modo de transporte en la Comunidad se han triplicado. El tren de cercan¨ªas, adem¨¢s, ahorra 240 millones diarios y cada convoy lleno elimina 1,5 kil¨®metros de atascos.

El ¨¦xito de los cercan¨ªas en Madrid es indiscutible. Desde 1983, los viajeros que se trasladan diariamente en este transporte han pasado de 180.878 a 606.800 (un 235% de incremento). Este pico de la demanda se fundamenta en el ascenso de la poblaci¨®n residente en la periferia, en la recolocaci¨®n de empresas alejadas del centro, en el descenso de la calidad del transporte por carretera y en la capacidad de los cercan¨ªas para transportar grandes flujos de usuarios a distancias cortas, medias y largas.El salto de usuarios comprobado en los ¨²ltimos 10 a?os demuestra que las millonarias inversiones efectuadas en 32 proyectos para la red de cercan¨ªas de la Comunidad de Madrid, 11 de ellos incluidos desde 1989 dentro del Plan Felipe para la creaci¨®n de infraestructuras en las grandes ciudades, han merecido la pena. Las mejoras conseguidas en infraestructuras y material con el Plan Felipe fueron, sin duda, el detonante.

En 1988, un total de 248.596 madrile?os viajaban diariamente en cercan¨ªas. Esta cifra se ha multiplicado en los ¨²ltimos cuatro a?os con un ¨ªndice de crecimiento del 144%, el mayor experimentado en las redes ferroviarias espa?olas.

Ahorrar un tercio

Renfe maneja datos de la Concejal¨ªa de Circulaci¨®n del Ayuntamiento para extraer una de sus conclusiones m¨¢s reveladoras. Cada d¨ªa, 450.000 veh¨ªculos intentan acceder a la ciudad desde poblaciones perif¨¦ricas en la hora punta (de 7.00 a 9.30). Si cubrieran un trayecto de 25 kil¨®metros sin congestiones, deber¨ªan tardar 21,4 minutos a una media de 70 kil¨®metros por hora. Tardan 45 minutos y van ocupados por una media de 1,2 personas.Esta ecuaci¨®n sirve para calcular que los 540.000 madrile?os que eligen el transporte privado pierden 216.000 horas cada d¨ªa de su reposo o de llegar con puntualidad a su trabajo. Cada uno pierde 24 minutos al d¨ªa encerrado en el coche. Los 231.300 ciudadanos con residencia en un radio de 30 kil¨®metros que se inclinan por los cercan¨ªas precisan 30 minutos para culminar su viaje.

El ahorro tiene como contra partida un coste. La red madrile?a de cercan¨ªas supone un gasto anual de 28.199 millones de pesetas (77 millones diarios), que se amortizan con la venta de billetes y los subvencionados abonos de transporte. Si este servicio no existiese sus viajeros se ver¨ªan obligados a poner en marcha cada jornada un m¨ªnimo de 300.000 coches m¨¢s en las carreteras, que consumir¨ªan en 300.000 horas un total de 2,4 millones de litros de gasolina. Esta cantidad, multiplicada por las 100 pesetas que vale un litro de combustible, da los 240 millones de pesetas que esos conductores se gastar¨ªan en un solo d¨ªa. El cuento de la lechera de Renfe se basa en los bajos consumos energ¨¦ticos y de contaminaci¨®n ac¨²stica y atmosf¨¦rica del tren (3% del total de las emisiones de C02 frente al 80% del transporte por carretera), pero, sobre todo, en los estudios efectuados sobre el servicio de cercan¨ªas en Europa por la Uni¨®n Internacional de Ferrocarriles (UIC). Este organismo se?ala que cada cercan¨ªas lleno de viajeros -1.500 personas- equivale a una reducci¨®n de 1,5 kil¨®metros de atascos en la carretera.

En Madrid, una doble v¨ªa de ferrocarril (15 metros de anchura) permite introducir en la ciudad entre 20.000 y 25.000 viajeros cada hora.

Una autov¨ªa de cuatro carriles y 28 metros de anchura s¨®lo tiene capacidad para entre 4.000 y 8.000 personas.