?Qui¨¦n teme a la m¨²sica?

Cuando escucho en el auditorio de Expo-Ocio las orquestas y bandas de j¨®venes int¨¦rpretes que se est¨¢n formando, en la mayor¨ªa de los casos, en conservatorios municipales de m¨²sica y que incluyen en sus repertorios a Telemann, Schubert o Haendel, no puedo por menos que preguntarme qu¨¦ motivos mueven al alcalde de Madrid a diezmar los presupuestos de los conservatorios municipales de m¨²sica e intentar adjudicar no s¨®lo la prestaci¨®n del servicio, sino el cobro del mismo a empresas privadas, lo cual va a suponer pasar de unas 7.000 pesetas a 23.000 por alumno y mes. ?Qu¨¦ le conduce a convertir los conservatorios en escuelas de m¨²sica que no conceden t¨ªtulo acad¨¦mico alguno?En definitiva, vi¨¦ndolos actuar en Expo-Ocio, no entiendo que, tras meterles la miel en la boca, el se?or ?lvarez del Manzano les corte el acceso al inundo de la m¨²sica, que siempre fue de ¨¦lites y que hoy puede ser uno de los instrumentos de comunicaci¨®n que une a las personas por encima de nacionalismos, guerras y diferencias idiom¨¢ticas o culturales.

Espero que nuestro alcalde no sea de esas personas que piensan que cuando la mayor¨ªa accede al disfrute de algo acaba inevitablemente degrad¨¢ndolo. Preferir¨ªa pensar que es de aquellos otros que creen firmemente que cuando todos accedamos al lenguaje y a los instrumentos de comunicaci¨®n (y no otra cosa es la m¨²sica) iremos cerrando puertas a la injusticia y la violencia y las iremos abriendo al di¨¢logo y la paz.-