Salinas, el intermediario

Una de las mayores apuestas de Javier Clemente en la selecci¨®n es Julio Salinas. Le pone el 9 y le sit¨²a de ariete. Pero es s¨®lo en apariencia. La labor que le encomienda es la de intermediario, como un eslab¨®n m¨¢s en el juego del tuya-m¨ªa. Le pone de espaldas a la porter¨ªa, un compa?ero le lanza el bal¨®n, lo protege con su amplia humanidad y lo env¨ªa hacia atr¨¢s. En los ¨²ltimos 30 minutos contra Dinamarca s¨®lo toc¨® bien una vez la pelota.Hay un detalle para la reflexi¨®n: Beguiristain y Amor no pasaron un solo bal¨®n a Julio Salinas en la segunda parte. Era imprescindible marcar, pero nunca encontraron en posici¨®n de remate al oficioso 9. Tampoco era posible dada su situaci¨®n, siempre fuera del ¨¢rea actuando como poste repetidor. La jugada se repet¨ªa incesantemente: recib¨ªa el bal¨®n en largo y ¨¦l lo devolv¨ªa en corto. As¨ª 42 veces. Consigui¨® una efectividad del 58% al entregar 24 veces la pelota a un compa?ero.

Esta situaci¨®n de Salinas en el v¨¦rtice m¨¢s avanzado de cada jugada triangulada, permiti¨® aprovechar mejor sus condiciones que de cara a la porter¨ªa, donde es manifiesta su torpeza. Para recibir y proteger el bal¨®n tiene, en cambio, buena aptitud: abre los brazos y se antepone al defensa.

De las tres veces que un compafiero lo envi¨® al hueco, Salinas o no se enter¨® o no lleg¨®. La eficacia de su labor puede ser reconocida mientras Dinamarca no marc¨®. Porque en 19 minutos intervino en 17 acciones buscando la falta o entretener el juego. Incluso en esa fase realiz¨® un remate la ¨²nica vez que pis¨® el ¨¢rea siguiendo una internada de Aldana. Des.pu¨¦s no tir¨® m¨¢s a puerta.

En la segunda parte, Salinas no aport¨® nada. Entre los minutos 16 y 40 de esta fase, estuvo 17 minutos sin intervenir y en las cinco ocasiones que recibi¨® el bal¨®n lo perdi¨®.