Sin morderse la lengua

"Aunque mi relaci¨®n con el Rey no debe ser afectiva, sino institucional, el Rey se hace querer y yo debo decir que le tengo afecto", afirma el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, en una entrevista mantenida el s¨¢bado en la radio escolar del colegio p¨²blico El Llano de Monasterio (Badajoz).Durante 35 minutos, el jefe del Gobierno fue entrevistado por los alumnos de sexto de EGB, respondiendo tanto a preguntas pol¨ªticas como personales. Coment¨® su envidia por el ministro de Agricultura, pero no por el de Interior, "porque es un cargo muy duro", y dijo que muchas veces tiene que morderse la lengua para no irritar.

Quienes no se mordieron la lengua fueron los escolares, que le preguntaron todo lo que se les ocurri¨®. Uno quiso saber en que nivel social encuadraba el presidente a su propia familia.

Gonz¨¢lez contest¨®: "La familia de mi padre era humilde, pero se consideraba de clase media baja. Yo no puedo decir eso ahora, porque tengo m¨¢s nivel de ingresos, pero seguimos siendo, probablemente, una familia de clase media".

"En sus relaciones con los reyes de Espa?a, ?prima lo protocolario o existe cierto afecto?", le preguntaron en otro momento. El presidente respondi¨®: "Voy todas las semanas a verlos, y al menos durante dos horas le explico [a don Juan Carlos], desde mi punto de vista, qu¨¦ problemas tenemos y c¨®mo va la situaci¨®n. ?l me hace preguntas, sugerencias y aclaraciones. Pero al cabo de ciertos a?os, y aunque no debe ser una relaci¨®n afectiva, sino institucional, el Rey se hace querer, y yo debo decir que s¨ª, que le tengo afecto".

Irritaci¨®n

Felipe Gonz¨¢lez rompe a re¨ªr cuando un escolar se interesa por la raz¨®n de que se le considere responsable "de cualquier m¨ªnimo fallo que se produzca en cualquier rinconcito del pa¨ªs".Cree el jefe del Ejecutivo que eso responde a "una cultura o unos h¨¢bitos acumulados a lo largo de muchos, muchos a?os, incluso siglos", y "existe en Espa?a la costumbre de pensar que sobre el presidente del Gobierno deben caer todas las responsabilidades, incluso cuando no llueve, que dicen algunos".

"?Cu¨¢ntos asuntos llega a conocer un presidente y cu¨¢ntos de ellos tiene que callar, y cu¨¢ntas veces su coraz¨®n, que no su cerebro, desear¨ªa gritarlos?", le pregunta un alumno.

"Uno se tiene que mover por sentido de la responsabilidad. Ahora que se habla mucho de ¨¦tica", se?ala, "hay una ¨¦tica de la responsabilidad, y uno, por consiguiente, tiene que responder a las cosas que el pa¨ªs necesita saber, y tiene que responder prudentemente. No puedo decir todo lo que me gustar¨ªa decir en un momento determinado. Es verdad que muchas veces tengo que morderme la lengua para no decir algunas cosas que tal vez me dejar¨ªan m¨¢s tranquilo, pero que no ser¨ªan convenientes o producir¨ªan m¨¢s irritaci¨®n. Y para no producir m¨¢s irritaci¨®n, me las callo".

Otro ni?o, en un tono m¨¢s serio, pregunta al presidente: "Todos, en alg¨²n momento de nuestra vida, hemos tenido que renunciar o dejar algo en el camino. ?A qu¨¦ ha tenido que renunciar la figura humana de Felipe Gonz¨¢lez en aras al puesto que desempe?a?".

Y Gonz¨¢lez responde: "He renunciado, sobre todo, a las relaciones de amistad, que son quiz¨¢ el acompa?amiento de la vida de todos los seres humanos ... Cuando se asume una responsabilidad pol¨ªtica grande, normalmente eso produce mucha mayo desconexi¨®n, una renuncia a los amigos y tambi¨¦n, en parte, una renuncia a disfrutar de la familia. Pero no debe verse negativamente, porque tambi¨¦n, obviamente hay muchas compensaciones aunque haya mucho sacrificio".

?Habr¨ªa algo a lo que le hubiera gustado dedicarse con mayor esfuerzo o sencillamente dedicarle m¨¢s tiempo, y que usted considere no haberlo hecho?", le requiere otro escolar.

"S¨ª, me hubiese gustado dedicarle m¨¢s tiempo al campo, a la naturaleza, a la agricultura... Y desde el punto de vista pol¨ªtico..., ver¨¢s, a ver si soy capaz de explicarlo en pocas palabras: el de presidente de Gobierno es fundamentalmente un puesto que coordina a ministros que hacen una tarea. Por tanto, las, tareas asignadas al presidente del Gobierno son menores".

"Est¨¢ coordinando y dirigiendo a un equipo humano, en el que hay un ministro de Agricultura, al que le tengo a veces envidia, a pesar de los problemas de la agricultura; uno de Industria, uno de Interior... A ¨¦ste no le tengo envidia, porque es un cargo muy, muy duro y con muchos problemas", concluye el presidente Gonz¨¢lez.