El nuevo Gobierno franc¨¦s teme un estallido de violencia racial tras la muerte de tres inmigrantes
Las cuatro muertes causadas por desgraciadas intervenciones de la polic¨ªa en el transcurso de la ¨²ltima semana han provocado ya una encolerizada aunque minoritaria respuesta ciudadana. De los muertos, tres recibieron balazos en la cabeza, dos fallecieron en comisar¨ªa y tres de ellos eran inmigrantes. En Par¨ªs, ayer por la tarde, unas 300 personas se enfrentaron, a pesar de la prohibici¨®n expl¨ªcita del ministro del Interior, Charles Pasqua, a la polic¨ªa. Varias cabinas telef¨®nicas fueron destruidas, as¨ª como los escaparates de tiendas de la avenida Magenta y del bulevar Sebastopol.
El distrito 181 de Par¨ªs, una zona con mayor¨ªa de poblaci¨®n inmigrante, objeto de peinados sistem¨¢ticos estos ¨²ltimos tiempos, estaba ayer pr¨¢cticamente tomado por las fuerzas de seguridad en previsi¨®n de nuevos incidentes a lo largo de la noche. El nuevo Gobierno franc¨¦s de centro-derecha de Edouard Balladur ha tropezado con los problemas de seguridad e inmigraci¨®n mucho antes de lo previsto.La respuesta ciudadana ante los "errores" policiales del inspector Pascal Compain -responsable directo de la muerte de Makom¨¦- o del agente Fr¨¦deric Fournier -quien dispar¨® contra Rachid- ha sido distinta, seg¨²n fuese la nacionalidad de los muertos. En Par¨ªs y en Tourcoing ha habido peque?as, pero violentas manifestaciones, y la irritaci¨®n crece por momentos.
Son los j¨®venes quienes han salido a la calle, en grupos que, hasta ahora, no han sido nunca de m¨¢s de unos centenares. Los enfrentamientos con la polic¨ªa se han limitado al lanzamiento de piedras y objetos varios, y a romper los escaparates de algunas tiendas.
En Toureoing, como si la sombra de Rodney King y las im¨¢genes de Los ?ngeles planeasen sobre los manifestantes, ¨¦stos han incendiado un almac¨¦n de papel pintado y han lanzado un coche contra la cristalera de una tienda de moquetas. En Par¨ªs, la polic¨ªa, muy crispada, detuvo a varios j¨®venes y algunos, como el estudiante Yves Zaparouchia ya han anunciado que denunciar¨¢n a la polic¨ªa por haberles golpeado en la comisar¨ªa, donde le tuvieron durante m¨¢s de dos horas de rodillas.
La escalada de incidentes raciales ha sido escalofriante en los ¨²ltimos d¨ªas. El 4 de abril, en Chamb¨¦ry, muere Eric Simont¨¦, de 18 a?os, de un balazo en la cabeza. Llevaba las esposas puestas. El d¨ªa 6, Makoin¨¦ M'Bowole, un zaire?o de 17 a?os, muere, tambi¨¦n de un tiro en la cabeza, cuando llevaba m¨¢s de 12 horas detenido en una comisar¨ªa de Par¨ªs y el Juzgado de Guardia hab¨ªa decretado su libertad provisional tres horas antes. Tambi¨¦n el d¨ªa 6, en Arcachon, en la costa atl¨¢ntica, Pascal Tais, de 32 a?os, fallece en comisar¨ªa. Primero se dijo oficialmente que debido a una sobredosis, luego, tras la autopsia, que de hemorragia interna provocada por el bazo reventado. Tais ten¨ªa, adem¨¢s, dos costillas rotas.
El pasado viernes muere en Tourcoing, cerca de la frontera belga, Rachid Ardjouini, 17 a?os, argelino. Otra vez una bala en la cabeza. En este caso, la agon¨ªa ha durado dos d¨ªas. El disparo lo efectu¨® un polic¨ªa borracho cuando el norteafricanos estaba tendido en el suelo.
En 1986, cuando la derecha lleg¨® al Gobierno, Charles Pasqua, ministro del Interior, declar¨® que "hab¨ªa que aterrorizar a los terroristas" y lograr que "la inseguridad cambiase de bando, que la gente honrada se sintiese protegida y los cr¨¢pulas perseguidos". El primer ministro, Jacques Chirac, remachaba entonces el clavo: "Cubrir¨¦ a la polic¨ªa si, por desgracia, se produce alg¨²n incidente. El rearme morales prioritario". En 1993, algunos agentes parecen no haber olvidado aquella incitaci¨®n al "error" o al "accidente".
Seg¨²n las versiones policiales Eric Simont¨¦, robaba neum¨¢ticos; Makoni¨¦ M'Bowole, cigarrillos; Rachid Ardjouini, coches, y Paseal Tais, iba borracho. En realidad, ninguno llevaba armas y su resistencia fue meramente verbal.
Charles Pasqua, en su versi¨®n de 1993, se ha apresurado a manifestar que ser¨ªa "implacable con quienes han cometido faltas" y ha recordado que "la naci¨®n conf¨ªa armas a los polic¨ªas para que defiendan a los ciudadanos, no para que les agredan", sugiriendo de pasada que "los errores pueden ser debidos a que la polic¨ªa est¨¢ mal organizada y dirigida". El ministro ha recordado que ¨¦l "apoyar¨ªa la acci¨®n de la polic¨ªa pero que ¨¦sta deb¨ªa demostrar que era capaz de controlarse en la ejecuci¨®n de sus misiones. Su acci¨®n debe situarse necesariamente dentro de un marco de respeto al derecho y las leyes fundamentales". Imposible pues olvidar que Makom¨¦ muri¨® durante un interrogatorio que se produc¨ªa cuando hac¨ªa horas que hab¨ªa llegado la orden de su puesta en libertad.
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