"La madre est¨¢ destrozada", dec¨ªa ayer la mujer de Manolo Escobar, amiga de la familia

"El martes fui a ver a la madre de Anabel, pero un polic¨ªa que hab¨ªa en la puerta me dijo que regresara otro d¨ªa porque la mujer est¨¢ destrozada". Quien as¨ª se expresaba ayer era Aniita, esposa del cantante Manolo Escobar. Anita, de origen alem¨¢n, como la madre de Anabel, es vecina y amiga de la familia Segura. Fue una de las pocas residentes en la urbanizaci¨®n Intergolf de La Moraleja que no rehus¨® a la mara?a de informadores congregados ayer en la zona. "Anabel es una joven guapa, y, salvo para hacer deporte, no le gustaba salir mucho de casa", refiri¨® Anita, impresionada por el suceso. Entretanto, la angustia de la familia Segura era ayer patente. Se traduc¨ªa en un silencio absoluto. S¨®lo la presencia de un grupo de informadores en la urbanizaci¨®n deja entrever la tragedia que traspasa las paredes del chal¨¦ familiar. Desde el suceso, el tel¨¦fono de los Segura rara vez ha estado descolgado. "Lo siento" ahora no podemos atenderles". Una voz grave contesta m¨¢s o menos as¨ª a todas las llamadas. La premura con que es descolgado el tel¨¦fono augura impaciencia por. noticias.La entrada a Intergolf, protegida por una barrera y vigilada por guardas jurados, era m¨¢s infranqueable que de costumbre,aunque el trasiego de cohes que entran y salen de la zona supera lo habitual.
"La pobre ni?a". Era el adjetivo que m¨¢s se o¨ªa ayer en una conversaci¨®n que manten¨ªan en una parada de autob¨²s empleadas de La Moraleja. En este lujoso barrio madrile?o, el secuestro de Anabel ha hecho cundir el p¨¢nico entre los j¨®venes y sus padres. Temen ser objeto de un nuevo secuestro.
"?Alguna novedad?"
A medida que avanzaba el d¨ªa, c¨¢maras de televisi¨®n y unidades m¨®viles de emisoras de radio realizaban sus oportunos relevos con la misma pregunta: ?alguna novedad? Ninguna, era la respuesta, mientras el silencio de la familia se un¨ªa al fr¨ªo viento de la sierra madrile?a para congelar el ambiente.
Ya por la tarde, el campo de golf de La Moraleja, situado frente a la entrada de Intergolf, se pobl¨® de jugadores aparentemente ajenos al suceso.
La luz se desvanec¨ªa mientras dos veh¨ªculos aparcaban cerca del lugar. En ellos, varios J¨®venes que se confesaban amigos de Anabel. Al ser preguntados, subieron de nuevo a los coches y desaparecieron a toda velocidad sin comentar absolutamente nada. Todo qued¨® entonces en silencio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
