Un equipo de investigadores descubre en Levante restos de un dinosaurio de una especie desconocida
Un equipo del Instituto de Palenteolog¨ªa de Sabadell (Barcelona) ha descubierto en una zona del interior de Levante una pieza de lo que podr¨ªa ser una especie de dinosaurio desconocida hasta el momento. Se trata de la espina dorsal derecha, la pen¨²ltima de la cola, de un estegosaurio adulto. Los estegosaurios eran animales de gran tama?o y peso -miles de kilos- que vivieron hace 170 millones de a?os. "Hemos hecho estudios comparativos de las espinas de todos los estegosaurios encontrados en Europa y, mientras ¨¦stos presentan aristas, la que tenemos ahora es completamente redonda y en toda la superficie presenta una peque?a ornamentaci¨®n", explica Josep Santaf¨¦, director del trabajo.
Aunque en diversas zonas de Asia y Europa ya se hab¨ªan encontrado huesos fosilizados de esta especie de dinosaurio, la novedad del hallazgo es que la espina presenta caracter¨ªsticas muy diferentes a las de las encontradas hasta el momento. Josep Santaf¨¦, director del trabajo, junto con la doctora Mar¨ªa Lourdes Casanovas y el doctor Jos¨¦ Luis Sanz, considera que esta pieza "pertenece a una nueva especie de estegosaurio desconocida hasta el momento". Los trabajos para extraer el f¨®sil han durado casi dos a?os, debido a la dificultad de extracci¨®n por la dureza que presenta la ganga (la roca que envuelve al hueso), propia de la zona, el interior de Levante.Hasta el momento s¨®lo se ha encontrado esta espina "pero continuaremos los trabajos en busca del resto de los huesos del estegosaurio", afirma Santaf¨¦. Se trata d¨¦ un adulto de unos ocho metros de largo y 1,5 o dos metros de alto. Los estegosaurios eran animales herb¨ªvoros pertenecientes a la ¨¦poca del cret¨¢cico inferior, hace unos 170 millones de a?os.
De gran tama?o y pac¨ªfico
De gran tama?o y peso (miles de kilos), estaban representados por un elevado n¨²mero de especies. Su cuello y cola eran relativamente peque?os, el cr¨¢neo era estrecho y hundido, con una cavidad cerebral que alojaba uno de los cerebros m¨¢s peque?os que se conocen. El cuerpo era largo y voluminoso, sostenido por cuatro patas, de las que las posteriores eran mucho m¨¢s largas que las anteriores. Esta circunstancia obligaba al herb¨ªvoro a caminar con la cabeza casi tocando al suelo. Pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n de su aspecto son las dos hileras de placas o espinas que se alternaban desde el cuello hasta la cola y cuya funci¨®n no est¨¢ todav¨ªa clara.Se supone que los estegosaurios eran animales pac¨ªficos y lentos de movimiento. Seguramente se alimentaban de vegetales situados muy a ras del suelo y, ante el ataque de los carn¨ªvoros, iniciaban una lenta huida. Otra hip¨®tesis es que ante un peligro inminente podr¨ªan enrrollar su cuerpo mientras que con la cola, armada con largas y poderosas espinas, ahuyentaban a sus enemigos,
Cuando fueron estudiados por primera vez, dice Santaf¨¦, se pens¨® que podr¨ªa tratarse de un animal emparentado con las tortugas, pero, una vez orienta das las placas correctamente sobre el cuerpo del animal, se pudo comprobar que forma ban una cresta y no una coraza como se pens¨® en principio. Para algunos estudiosos, las placas, de contorno m¨¢s o menos triangular, podr¨ªan ser armas defensivas. Otros paleont¨®logos apuntan la posibilidad de que las placas o espinas tuviesen dos funciones diferentes, seg¨²n el animal de que se tratase. En ejemplares como el kentrosaurio se admitir¨ªa una finalidad defensiva -las placas son muy macizas, s¨®lidas y trianguladas con una fuerte punta-. En otras especies como el propio estegosaurio, las placas se podr¨ªan interpretar como elementos receptores de calor: su disposici¨®n era mucho menos s¨®lida, con vasos sangu¨ªneos abundantes. Pero no se descarta la hip¨®tesis del caso contrario: su utilidad para expulsar el calor del interior del cuerpo.
El descubrimiento de lo que podr¨ªa ser una especie desconocida hasta ahora de estegosaurio confirma adem¨¢s la presencia de este tipo de dinosaurios en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica hasta hace relativamente poco tiempo: 96 millones de a?os.
Durante los trabajos de extracci¨®n de la espina del estegosaurio, el equipo de Sabadell tambi¨¦n ha localizado tres costillas tor¨¢cicas de casi dos metros de largo de una especie de saur¨®podo, tambi¨¦n de la ¨¦poca del cret¨¢cico inferior. Ahora los trabajos, que se realizar¨¢n en colaboraci¨®n con la Universidad Aut¨®noma de Madrid, se centran en descifrar si se trata de un braquinosaurinos o un camarosaurinos, de la misma especie.
Los hallazgos coinciden con el creciente inter¨¦s que se ha despertado en todo el mundo por todo lo relacionado con los dinosaurios. "Por esta raz¨®n", afirma Santaf¨¦, "hemos mantenido m¨¢s o menos secreta la ubicaci¨®n exacta de los yacimientos, ya que muchos aficionados se lanzan a la b¨²squeda de f¨®siles que luego ponen a la venta".
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