Exigencia de los pacientes

Junto al hospital de Sant Pau de Barcelona, participan en el programa de la CE de control de calidad en radiolog¨ªa otros dos grandes hospitales espa?oles, el Doce de Octubre de Madrid y La Fe de Valencia.El objetivo confesado de Montserrat Ribas y Jordi Carven-Bartle es que sean los propios usuarios quienes, antes de someterse a un tratamiento de radioterapia, exijan al centro que los va a irradiar la certificaci¨®n de que est¨¢ adherido al programa de control de calidad de la CE. Porque ¨¦sa ser¨¢. una garant¨ªa de calidad que no podr¨¢n ofrecer quienes no est¨¦n adheridos, y el paciente se juega demasiado para no tener en cuenta esta cuesti¨®n.

Una variaci¨®n del 10% en la dosis de radioterapia para eliminar un tumor cancer¨ªgeno puede llevar a la muerte del paciente por recidiva si se trata de una dosis insuficiente, o da?ar los tejidos pr¨®ximos, con graves secuelas posteriores, si la desviaci¨®n se produce al alza. Pero adem¨¢s de acertar la dosis adecuada a cada caso, es preciso acertar tambi¨¦n con la m¨¢xima precisi¨®n en la localizaci¨®n del tumor y la direcci¨®n del haz de radiaci¨®n.

Imaginemos que lo que se est¨¢ tratando es un tumor cerebral situado en la hip¨®fisis, es decir, en el centro mismo del cerebro. Un tumor de este tipo no suele tener, cuando se inicia el tratamiento, un di¨¢metro superior a un cent¨ªmetro.

Un encuadre preciso y un disparo certero puede destruir por completo el tumor sin da?ar un solo cabello ni dejar el m¨¢s m¨ªnimo rastro en la delicada masa cerebral. Pero una desviaci¨®n del haz de radiaci¨®n de medio cent¨ªmetro, de un cuarto de cent¨ªmetro incluso, puede provocar que el tumor crezca irreparablemente y adem¨¢s da?ar de forma irreversible las zonas cerebrales pr¨®ximas. Lo mismo puede ocurrir si la dosis es insuficiente o excesiva.

Al d¨ªa siguiente mismo de que los responsables del acelerador lineal de Zaragoza se percataran del fallo, los onc¨®logos del hospital y los expertos de la Sociedad Espa?ola de Radioterapia Oncol¨®gica desplazados a esa ciudad sab¨ªan ya con dram¨¢tica certeza cu¨¢ntos de aquellos pacientes sobreirradiados iban a morir.

?sa es la miseria y la grandeza de la radioterapia. Su gran efectividad: igual que cura, mata. La gran dificultad radica, seg¨²n Jordi Craven-Bartle, en que es una t¨¦cnica muy potente y al mismo tiempo muy compleja, sometida a muchas variables. "Por esa raz¨®n, la mejor garant¨ªa de que no se producen fallos en alguna de esas variables es someter todo el proceso a un control externo sistem¨¢tico. Porque el control m¨¢s efectivo es el de los propios profesionales. Nosotros estamos m¨¢s interesados que nadie en que no se produzcan fallos. Por eso, por muchos decretos que se promulguen para garantizar la seguridad, lo m¨¢s importante es llegar a un consenso entre los profesionales, de manera que todos los centros est¨¦n adheridos a la red europea de control de calidad".