51 d¨ªas de sitio en una llanura de Tejas
El FBI rode¨® el rancho de los davidianos tras perder a cuatro agentes en un asalto
El pasado 28 de febrero, un centenar de agentes federales responsables del Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego se acercaron al rancho del Monte Carmelo, pr¨®ximo a la localidad tejana de Waco. Su objetivo era detener a David Koresh, l¨ªder de la secta denominada de los davidianos, por tenencia il¨ªcita de armas. Cuando se acercaban al edificio central del rancho, los agentes federales fueron tiroteados sin contemplaciones y sin previo aviso desde el interior del complejo. Cuatro polic¨ªas y varios davidianos, entre ellos un ni?o, murieron. Se inici¨® entonces un asedio que culmin¨® ayer con el incendio del rancho.
La operaci¨®n policial hab¨ªa sido cuidadosamente planeada durante nueve meses. Un agente se hab¨ªa infiltrado en la secta de los davidianos y abandon¨® el edificio s¨®lo una hora antes del asalto. Todo parec¨ªa tranquilo. Pero el efecto sorpresa se frustr¨®. Se baraja el hecho de que la operaci¨®n se desarrollara a plena luz, pero no se descarta la posibilidad de que alguien pusiera en guardia a los davidianos.Convencido de que es la reencarnaci¨®n de Jesucristo, David Koresh, de 33 a?os, se atrincher¨¦ en el edificio con m¨¢s de un centenar de seguidores. Algunas informaciones aseguraron que hab¨ªa resultado herido en el est¨®mago en el primer tiroteo. Durante a?os hab¨ªa acumulado gran cantidad de armas y parec¨ªa llegado el momento de utilizar las Centenares de agentes federales rodearon la casa donde se alojaba. Carros de combate y armas pesadas cedidas a la polic¨ªa por el Departamento de Defensa han mantenido en su punto de mira el edificio del rancho durante casi ocho semanas.
Los 'siete sellos'
Varios ni?os fueron liberados en los primeros d¨ªas de asedio de la fortaleza en que Koresh hab¨ªa convertido el rancho Monte Carmelo. El 3 de abril, Koresh anunci¨¦ su rendici¨®n a cambio de que se emitiera un mensaje apocal¨ªptico a trav¨¦s de la radio. Sin embargo, s¨®lo dos mujeres y 16 ni?os abandonaron el edificio. Las mujeres comentaron que en el interior de la casa hab¨ªa varios heridos, pero los seguidores de Koresh izaron una bandera de David en uno de los pabellones del rancho y permanecieron junto a su padre espirituaL Koresh explic¨® que no deb¨ªa entregarse porque hab¨ªa recibido ¨®rdenes directas de Dios. Sus fieles le acompa?aron a la espera de que Jesucristo les revelara el contenido de los siete sellos, revelaci¨®n que les permitir¨ªa el acceso directo a la eternidad.
La presunta grave herida de Koresh llev¨® a los agentes federales a prever un r¨¢pido desenlace de los hechos. Pero David Koresh estaba decidido a resistir. Las autoridades accedieron a proveer a los sitiados de leche y cereales y asistieron impotentes a la entrada en las instalaciones de dos nuevos miembros de la secta que sortearon el sitio impuesto por las fuerzas de seguridad.
Las negociaciones parec¨ªan estancadas. Ante la evidencia de que el asedio iba para largo, el Bur¨® Federal de Investigaci¨®n (FBI) decidi¨® cambiar de t¨¢ctica. La nueva estrategia pretend¨ªa desenmascarar la dimensi¨®n trascendental de Koresh; se trataba de demostrar que el l¨ªder de la secta no era Jesucristo. La casa fue rodeada con focos y potentes altavoces que cada noche emit¨ªan sin cesar m¨²sica tibetana y todo tipo de irrelevantes cancioncillas. Los agentes federales buscaban minar la resistencia y la paciencia de los davidianos.
La llegada de la Semana Santa y la celebraci¨®n de la, Pascua jud¨ªa llev¨® al FBI -cuya eficacia fue puesta en duda desde el fracaso de la operaci¨®n inicial y el prolongado asedio- a abrigar esperanzas. Pero Koresh, en una de sus ¨²ltimas conversaciones con los sitiadores, explic¨® que estaba escribiendo un libro. sobre la inminencia del fin del mundo en el que revelar¨ªa el contenido de los siete sellos. El fuego desatado ayer seguramente convirti¨® en cenizas su obra.
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