Ni galgos, ni podencos, ni 'bicis'
Las obras para convertir en vel¨®dromo el can¨®dromo de Carabanchel siguen paralizadas
El antiguo can¨®dromo de Carabanchel olvid¨® la velocidad con la marcha del ¨²ltimo galgo. El Ayuntamiento de Madrid, due?o del edificio, ha invertido ya 700 millones de pesetas para convertir esta pista en un vel¨®dromo. Pero los trabajos se paralizaron en 1991. La corporaci¨®n municipal no ten¨ªa dinero para seguir adelante y recurri¨® a la Comunidad y al Consejo Superior de Deportes. Estos ¨²ltimos no est¨¢n interesados en el proyecto.
El equipo de gobierno local anunci¨® que inaugurar¨ªa el nuevo vel¨®dromo en la primavera de 1991. Pero de las cuatro fases de obra previstas s¨®lo se han concluido las dos primeras.El abandono y el acceso de gamberros al recinto han causado algunos estragos en las zonas ya reformadas. En los bajos de grada, destinados a sauna, jacuzzi, sala de musculaci¨®n, salas de mantenimiento y gimnasios, alguien ha desprendido las plaquetas del techo y ha roto bombillas y espejos. Los cristales han sido apedreados.
El concejal de Obras e Infaestructuras, Enrique Villoria, asegura que el Ayuntamiento ya se ha gastado 700 millones en el vel¨®dromo y que a¨²n quedan "otros 1.500 o 2.000 millones para completarlo". Pero no est¨¢n presupuestados.
El Consejo Superior de Deportes no tiene previsto invertir un solo duro en el vel¨®dromo, cuyas pistas ocupa ocasionalmente la Federaci¨®n de Ciclismo. No ven claro que sea necesario. Y se preguntan qui¨¦n va a sufragar los gastos de mantenimiento.
El viceconsejero de Educaci¨®n y Cultura, Ram¨®n Caravaca, supedita una hipot¨¦tica colaboraci¨®n a un acuerdo global sobre recintos deportivos en Madrid. "Nosotros aportaremos al Ayuntamiento lo que ellos nos den en la ciudad deportiva de Canillejas", explica.
El p¨²blico volver¨¢ ma?ana, viernes, a entrar en el vel¨®dromo. Pero no para presenciar una carrera. Medio centenar de asociaciones de Carabanchel y Latina han organizado unas jornadas sobre participaci¨®n juvenil. La elecci¨®n de este escenario no es casual: reclaman que las obras contin¨²en porque en ambos distritos escasean las instalaciones deportivas.
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