Los Nobel de Medicina Watson y Crick celebran en Par¨ªs el 400 aniversario de su hallazgo del ADN
Dejaron de ser pareja cient¨ªfica hace mucho tiempo, pero los dos hombres que cambiaron el mundo con su descubrimiento de la doble h¨¦lice gen¨¦tica estuvieron ayer juntos en Par¨ªs para celebrar el 40? cumplea?os de la estructura del ADN, s¨ªmbolo de los procesos qu¨ªmicos de la vida. El estadounidense James Watson, de 64 a?os, y el brit¨¢nico Francis Crick, de 76, premios Nobel de Medicina en 1962, parecen ser otra vez amigos, como cuando realizaron su hist¨®rico descubrimiento en Cambridge (Reino Unido), en 1953.
La frase con la que los dos cient¨ªficos comenzaron su art¨ªculo en la revista cient¨ªfica Nature, el 25 de abril de 1953, ha pasado ya a la historia: "Queremos proponer una estructura para la sal del ¨¢cido desoxirribonucleico (ADN). Esta estructura tiene caracter¨ªsticas nuevas de considerable inter¨¦s biol¨®gico". De su descubrimiento ha derivado el diagn¨®stico y terapia gen¨¦ticos, los animales y plantas transg¨¦nicos, pero tambi¨¦n los problemas como la patente de los genes humanos o la selecci¨®n gen¨¦tica de las personas.Watson defendi¨® el aborto como la ¨²nica via l¨®gica para erradicar las enfermedades hereditarias una vez que la localizaci¨®n de los genes responsables permitan la generalizaci¨®n de las pruebas de diagnostico. Record¨® que cuando trabajaba para los gobiernos de Regan y Bush, aborto era una palabra que no pod¨ªa pronunciar pero afirm¨®: "Debemos decir bien claro que no es algo intr¨ªnsecamente malo sino que puede servir para evitar sufrimientos. "La mejora de la raza humana por t¨¦cnicas gen¨¦ticas es algo de imprevisibles consecuencias", dijo ayer el estadounidense James Watson.
El brit¨¢nico Francis Crick afirm¨® que hace 40 a?os nadie habr¨ªa podido so?ar en un avance tan r¨¢pido en el conocimiento de la base gen¨¦tica universal de los seres vivos.
Tambi¨¦n es muy conocida la frase que encabezaba el relato del descubrimiento de la doble h¨¦lice escrito por Watson en 1968: "Nunca he visto a Crick comportarse con modestia". La afirmaci¨®n marc¨® el distanciamiento de su compa?ero. Estos d¨ªas, Crick y Watson han sido las figuras estelares de una reuni¨®n en la sede de la Unesco a la que han asistido 300 especialistas en biolog¨ªa molecular, incluidos 14 premios Nobel, y tambi¨¦n los j¨®venes leones, los que estudian el genoma humano y aplican la terapia gen¨¦tica.
Atuendo
Ante los medios de comunicaci¨®n, Crick, con un cuidado atuendo ya caracter¨ªstico en ¨¦l, dej¨® contestar a Watson la mayor¨ªa de las preguntas, como desmintiendo una vez m¨¢s otra frase de su libro: "La mayor¨ªa de la gente pensaba que [Francis] hablaba demasiado". Watson, con su imagen mucho m¨¢s t¨®pica del sabio despistado -ojos azules saltones, el ralo cabello como un halo y un arrugado sombrero blanco en la mano- fue incisivo en algunos temas, como la pretensi¨®n de los institutos nacionales de la salud de EE UU de patentar secuencias de genes sin utilidad probada: "S¨®lo estaban de acuerdo los abogados especializados en patentes, supongo que porque ve¨ªan m¨¢s negocio en patentar cosas que no sirven para nada".Ambos, sin embargo, guardaron silencio, como el resto de los expertos que les acompa?aban, cuando alguien plante¨® la paradoja de continuar dedicando grandes sumas de dinero a la biolog¨ªa molecular para curar enfermedades cuando el verdadero problema de la humanidad es la superpoblaci¨®n.
Para Crick, el rapid¨ªsimo avance de la gen¨¦tica en los ¨²ltimos 40 a?os es consecuencia misma de la estructura del ADN, que permite utilizar una de las dos h¨¦lices para acoplarla con otro material gen¨¦tico, lo que es imposible hacer con las prote¨ªnas. "Lo bueno de que las cosas avancen tan r¨¢pidamente reflexion¨® Crick finalmente, "es que te da tiempo a darte cuenta de tus errores". Pero la ciencia ya no es la de 1953. Y sobre todo, concluy¨®: "Hay mucha m¨¢s competitividad y m¨¢s intereses comerciales".
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