Bruquem-Edberg, duelo de estilos en la final de Madrid
VICENTE JIM?NEZ, El sueco Stefan Edberg alcanz¨® ayer la final del Torneo de Madrid sin traicionar su estilo. El espa?ol Sergi Bruguera lo logr¨® mejorando el suyo. No puede haber ecuaci¨®n mejor para un partido como el que hoy disputar¨¢n ambos en la pista central del Chamart¨ªn (13.00, La 2). El partido posee una columna vertebral apasionante: frente al hombre m¨¢s en forma sobre tierra batida, Bruguera, estar¨¢ el tenista m¨¢s dotado y arriesgado del circuito, Edberg.
De semejante lucha de estilos surgir¨¢ un campe¨®n incuestionable. Para Bruguera ser¨¢ la cuarta final de 1993. Para Edberg, la posibilidad de conseguir su primer t¨ªtulo de la temporada y el tercero sobre tierra batida. S¨®lo se han enfrentado una vez sobre dicha superficie. Fue en 1990, en Roland Garros. Gan¨® el catal¨¢n en tres sets.
Edberg, de 27 a?os, primer cabeza de serie y tercer mejor tenista del mundo, derrot¨® a Emilio S¨¢nchez por 6-0 y 7-5. Bruguera, de 22 y noveno en la lista profesional, aprovech¨® la torcedura de tobillo de Tom¨¢s Carbonell en el primer set de su semifinal para resolver con 7-5 y 6-1. "Estoy jugando muy bien. Ni en Niza ni en Montecarlo me hab¨ªa encontrado tan c¨®modo", coment¨® el sueco, el ¨²nico capaz de empanar la excelente actuaci¨®n de los tenistas espa?oles.
El partido entre Edberg y S¨¢nchez vivi¨® en un continuo sobresalto por la lluvia, que motiv¨® dos interrupciones largu¨ªsimas: la primera, de 2.30 horas, y la se gunda, de 1.40. Pese a ello, el juego ofreci¨® una riqueza de matices poco habitual. Edberg renun ci¨® al intercambio propio de la pista lenta y dise?¨® el partido con continuas subidas a la red Emilio pretendi¨® llevar el con flicto a su terreno y esper¨® atr¨¢s Viendo el desarrollo del juego, nadie habr¨ªa jurado que se estaba jugando en tierra. El primer set fue una lecci¨®n magistral del sueco: 6-0 en 28 minutos.
Las interrupciones permitie ron al espa?ol reconsiderar su es trategia. S¨¢nchez vision¨® men talmente lo sucedido en la pista y lleg¨® a la conclusi¨®n de que ten¨ªa que acudir al terreno de su enemigo si pretend¨ªa sobrevivir. De ello result¨® una segunda manga mucho m¨¢s igualada.El mayor de los Vicario se anot¨® el primer juego y mantuvo su servici¨® sin problemas, llegando incluso a anotarse en blanco el quinto. En el sexto, rompi¨® el saque de Edberg, hecho que motiv¨® la reacci¨®n del sueco, algo apaciguado tras el par¨®n. Tras recobrar el servicio, Edberg logr¨® la ruptura definitiva en el und¨¦cimo juego. En el siguiente sell¨® el encuentro.
El partido de Bruguera tuvo una lectura distinta. El catal¨¢n sufri¨® m¨¢s de lo esperado en el primer set, en el que Carbonell dispus¨® de su servicio y un 5-4 en el marcador para resolverlo a su favor. Fall¨® y engord¨® su mal far¨ªo con una torcedura de tobillo que lo apart¨® del encuentro. De ah¨ª hasta el final s¨®lo pudo ganar un juego, el del 6-1 definitivo.
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