Carabanchel se viste de luces

Una plaza de toros port¨¢til instalada en el patio de la sexta galer¨ªa ha roto durante unos d¨ªas la rutina y la opresi¨®n de las rejas de Carabanchel. Que recuerde su actual director, Jos¨¦ Antonio Moreta, nunca antes hab¨ªa entrado un ruedo en esta prisi¨®n madrile?a ni nunca antes la afici¨®n hab¨ªa sido tan espectacular entre sus barrotes. El reciente ingreso por presunto tr¨¢fico de drogas de varios novilleros profesionales colombianos ha caldeado el ambiente taurino hasta el punto de que los internos han organizado su propia feria de San Isidro.

Los planes de Curro Valencia, el diestro colombiano que lleg¨® a Espa?a contratado para torear en la plaza de Valdemorillo, se truncaron cuando la polic¨ªa le detuvo hace cuatro meses por tr¨¢fico de drogas. Su encarcelamiento (y tambi¨¦n el de su paisano y colega Manolo Valencia) ha reavivado la afici¨®n por los toros entre los internos de Carabanchel. En esta prisi¨®n funciona desde hace casi dos a?os una escuela de tauromaquia.Curro Valencia se enfrent¨® ayer a la becerra sin su habitual traje de gala: luc¨ªa unos vaqueros, zapatillas blancas de deporte y una camisa a cuadros. Lo que no fue obst¨¢culo para demostrar que los barrotes no han achicado su buen hacer taurino. Tambi¨¦n cape¨® sin traje de luces, aunque igualmente coreado por su compa?eros, Manolo Valencia.

Las faenas de Curro y de Manolo merecieron, en opini¨®n del ocasional presidente del festejo -el director de la c¨¢rcel-, dos orejas. Ambos compartieron cartel con alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, que se repartieron otras tres orejas.

Los alrededor de 300 presos que ocupaban ayer buena parte de las gradas (entre los que hab¨ªa presuntos de todo tipo de delitos) aplaudieron y se divirtieron sin tregua. Pero cuando m¨¢s disfrutaron, cuando m¨¢s cerca sintieron la libertad, fue cuando Sali¨® la cuarta becerra: se les permiti¨® bajar a la arena de la plaza, que ellos mismos han ayudado a instalar, para zarandear al animal y correrlo. Lo menos saltaron 40 internos.

La de ayer fue la tercera becerrada que desde el pasado lunes se celebra en la prisi¨®n madrile?a de Carabanchel. Lo ¨²nico llamativo fue la ausencia de mulillas: el arrastre del toro lo hizo una especie de tractor peque?o, tambi¨¦n llamado d¨²mper o mulilla mec¨¢nica.

Los comentarios y cr¨ªticas ocasionales que vert¨ªan algunos presos desde la grada arrancaron momentos de hilaridad. El reiterado desacierto de un alumno de la Escuela de Tauromaquia a la hora de la verdad, al entrar a matar, fue contestado con iron¨ªa y en voz alta por un espont¨¢neo. "Ll¨¦vala [a la becerra] a la garita, que te la maten all¨ª".

La feria de San Isidro de Carabanchel termina hoy. La ¨²ltima becerrada se ha reservado para los dos toreros m¨¢s votados por el p¨²blico asistente a las tres anteriores. El director de Carabanchel, Jos¨¦ Antonio Moreta, se congratula del ¨¦xito del espect¨¢culo: "Rompe la din¨¢mica del centro",subray¨®.

"Soy inocente"

Curro y Manolo Valencia quieren, en cambio, que la pesadilla que los tiene apresados se aclare cuanto antes y seguir con su carrera fuera de los barrotes. "Soy inocente, y s¨¦ que muy pronto saldr¨¦ de aqu¨ª y ser¨¦ un gran matador", coment¨® ayer Curro con la t¨ªpica impronta torera. A Manolo le duele, m¨¢s que el traspi¨¦ que ha sufrido su trayectoria taurina -"que tambi¨¦n"-, que le hayan separado "injustamente" de su mujer y sus dos hijos.